Una de las plazas de la localidad. :: M. RICO
SEGOVIA

El valor de la pieza única

El proyecto Artesanía Verde consigue fijar población y crecer en turismo

MÓNICA RICO

Jueves, 4 de noviembre 2010, 01:39

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La peligrosa situación demográfica de pérdida de habitantes que sufren la mayoría de municipios del medio rural en la provincia de Segovia, experimenta un giro total en el caso de Cabañas de Polendos, donde la población no para de crecer, situándose ya en los 150 habitantes.

Parte de la 'culpa' de esta tónica de crecimiento se debe al proyecto 'Artesanía verde', gracias al cual distintos trabajadores manuales han instalado en el municipio sus talleres, lugares de trabajo y posteriormente sus viviendas, encontrando en Cabañas de Polendos el lugar idóneo para realizar sus creaciones, rodeados de la tranquilidad de un municipio que cada vez ofrece más servicios, cercano a la capital y en un ambiente de compañía con otros artesanos, que conocen la dureza de las creaciones únicas y las dificultades a las que estos trabajadores manuales se enfrentan en su día a día.

El proyecto Artesanía Verde plasma una línea de desarrollo rural sostenible basada en la artesanía, el turismo rural de calidad, los restaurantes de cuidada gastronomía, y en todas aquellas actividades que puedan propiciar un aumento de la actividad económica y de la población, siempre bajo la premisa de ser respetuosas con el medio ambiente. Un ejemplo de ello es la puesta en marcha del centro artesano 'Las Caravas', ya que supone un ejemplo de recuperación de arquitectura popular que a su vez ha supuesto un nuevo revulsivo para la economía local.

Fue hace ya diez años, cuando comenzó la creación del centro como una iniciativa para eliminar unas ruinas en el pueblo y hoy se han convertido en su estandarte. 'Las Caravas' son unos viejos establos, reconvertidos en talleres artesanales, en los que se conservan oficios tradicionales y otros innovadores. Hoy se ha convertido en el buque insignia del proyecto de promoción turística artesanía verde. El edificio ahora es concebido como un único espacio de creación, distribución y venta de artesanía,

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Trabajos de calidad, diseños de autor, producción, comercialización y siempre bajo la garantía de la creación de piezas únicas, elaboradas una a una en los talleres de la localidad, son algunos de los alicientes que animan a decenas de personas cada fin de semana a acercarse hasta el municipio a disfrutar de las piezas artesanas. Además, existe uno más: el poder ver la realización de las piezas en vivo, puesto que en el centro, una de las zonas se dedica a taller donde se elaboran los productos.

Tampoco hay que olvidarse de Mata de Quintanar, un pueblo dependiente de Cabañas de Polendos, que se ha unido a esta iniciativa, gracias a la rehabilitación de su antigua forja, que hoy ha recuperado también su función, pues en la misma se ha instalado un taller de forja artesanal. La denominada ruta de la artesanía verde aún incluye un núcleo poblacional más: Pinillos de Polendos.

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Amplia variedad

Gracias al proyecto Artesanía Verde y al centro artesano Las Caravas, el municipio ha vuelto a revivir. Los trabajadores han encontrado su lugar para modelar el barro, tallar la madera u otros materiales y realizar trabajos en vidrio. En el centro se pueden encontrar artesanos de grabado, joyería, torneados en madera, cerámica, un taller textil y trabajos en vidrio.

Restaurantes, casas de turismo rural, bodegas, espacios para la música y la comida y sus productos gastronómicos también se han unido a la iniciativa del proyecto, que atrae a cientos de visitantes a la localidad.

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Aprovechando el paseo, muchos de ellos se acercan a conocer el principal edificio de la localidad, la iglesia parroquial, que está dedicada a San Lorenzo Mártir y situada en el centro del municipio. Se trata de un templo de estilo románico en el que destaca su ábside semicircular y su portada con llamativas arquivoltas, sus tradicionales canecillos y dos esculturas.

Una de las primeras referencias documentales en las que aparece el lugar es del siglo XIII, cuando era conocido como Cabannas. El sufijo 'de Polendos' es moderno, pues no aparece en documentos de mediados del siglo XIX. Este 'apellido' se le dio por encontrarse muy cercano al arroyo del mismo nombre.

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