Borrar
Casas-cueva en Aguilar, hoy transformadas en peñas y merenderos. :: LORENA SANCHO
VALLADOLID

Trigueros del Valle recuperará sus casas-cueva para abrirlas al público

El Ayuntamiento dedicará a Miguel Delibes el mirador sobre el que se asientan las viviendas

LORENA SANCHO

Lunes, 25 de octubre 2010, 13:18

Carecían de agua, se alumbraban con faroles y velas, estaban compuestas por un zaguán, pesebres, cuadras, cocina y dos habitaciones y estuvieron habitadas hasta hace apenas unas décadas. Las casas-cueva de Trigueros del Valle han sido tradicionalmente una seña de identidad del municipio desde su asentamiento en la cornisa del páramo, justo debajo de la ermita mozárabe, hasta la actualidad, cuando se encuentran deshabitadas. Y ahora, años después de su abandono por parte de sus moradores, el Ayuntamiento quiere insuflarles de nuevo vida a través de su apertura al público dentro de su amplia oferta turística.

El Consistorio se embarcará así en un ambicioso proyecto que consistirá en recuperar una de las casas-cueva con el objetivo de rehabilitarla y acondicionarla lo más parecido posible a su estado original con el objetivo de que «los visitantes puedan conocer las primeras viviendas que hubo en Trigueros», según explica la alcaldesa, María Josefa Polo. El proyecto, que requerirá de una inyección presupuestaria de 209.000 euros, cuenta ya con una parte financiada a través del programa Proder, mientras que intentará buscar el resto del montante a través de otras vías, según añadió la alcaldesa.

Por las casas-cueva de Trigueros se interesó en su día al director de la película 'Las Ratas', Giménez Rico, quien, según la información que maneja el Consistorio, barajó la posibilidad de rodar aquí algunas de las escenas de la obra de Delibes. Si bien, ante la dificultad de hallar una cueva solitaria, el cineasta optó por realizar el rodaje en Santa Cecilia del Alcor, a unos kilómetros de Trigueros.

Con el nuevo proyecto sobre la mesa, el Ayuntamiento tiene ahora la intención de dedicar al escritor Miguel Delibes el mirador sobre el que se asientan las cuevas que ofrece unas vistas directas al Valle del Pisuerga. La idea es, incluso, poder llegar a rotular en este lugar algún párrafo de la novela 'Las Ratas' (1962), en la que Delibes plasmó las penurias de algunos de los moradores de este tipo de casas-cueva. En el proyecto elaborado para solicitar la subvención al Proder viene ya reflejado uno de ellos que dice así: «Poco después de amanecer, el Nini se asomó a la boca de la cueva y contempló la nube de cuervos reunidos en consejo… A la vuelta del cerro se hallaban las ruinas de las tres cuevas que justito, el alcalde, volara con dinamita dos años atrás».

El proyecto refleja además el estado en el que se encuentran estas viviendas denominadas de tipo rupestre, pues algunas de las casas-cueva conservan alacenas, cuadras, un horno de pan e incluso una chimenea de piedra que sobresale de la portada. Todas ellas tienen en común que son de poca profundidad, por lo que tienen mejor iluminación que otras.

Estudio de cuevas habitadas

Las casas-cueva de Trigueros del Valle son un ejemplo más de todas aquellas construcciones excavadas bajo tierra que a principios del siglo pasado daban cobijo a un 20% de la población según un estudio que elaboró el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. Del fenómeno se ha hecho también eco el profesor de Lengua en el instituto Leopoldo Cano y etnógrafo, Arturo Martín Criado, que hace un par de años plasmó en el libro 'Cuevas habitadas en Castilla y León' los pormenores de estas viviendas. Su objetivo, tal y como narra su propio autor, no era otro que «intentar protegerlas, porque estaban prácticamente destruidas». Abarcaba así en Valladolid dos zonas principales; los Torsos y el Cerrato.

Fechadas desde el siglo XVIII, Martín Criado sitúa en Mucientes, Cigales, Cubillas, Cabezón y Trigueros la mayor parte de estas viviendas-cueva. Su origen habría que buscarlo en la pobreza, «eran para gente humilde, pero también existen casos como el de Cabezón donde los trabajadores del ferrocarril se fueron a vivir allí porque era más barato». Los terratenientes, incluso, tenían sus propias cuevas para alquilarlas. Jornaleros, pastores y viudas eran los principales moradores, según añade Arturo Martín Criado, pues algunos propietarios o arrendatarios las utilizaban para guardar el ganado. Las más antiguas solían tener una habitación grande, donde existía la cocina y el dormitorio, y después, poco a poco, se fueron realizando más estancias, separadas normalmente por cortinas.

A principios del siglo XX, cuando muchos jornaleros emigraron ante la crisis de la filoxera, las casas-cueva comenzaron a quedar vacías en un proceso de abandono que duró hasta los años 60 y 70. «Fue entonces cuando se construyeron los barrios de protección y hubo pueblos donde mandaron dinamitar las cuevas para que no se metieran transeúntes», explica el autor del libro. Otras, en cambio, se convirtieron en segunda residencia o se transformaron en merenderos.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Trigueros del Valle recuperará sus casas-cueva para abrirlas al público

Trigueros del Valle recuperará sus casas-cueva para abrirlas al público