Archivada la denuncia contra el cura de Zaratán por vejaciones a una menor

El Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid ha dictado un auto por el que archiva de forma provisional las diligencias abiertas contra el que fuera párroco de Zaratán, O. F. L., quien había sido denunciado este verano por el padre de una menor, después de que conociera que había mantenido conversaciones a través de Internet con su hija de 14 años, en los que utilizaba expresiones como «bellezón de chica», o «estás estupenda y más en esa foto principal en bikini tan sexy». El párroco fue apartado del ejercicio público del ministerio sacerdotal por el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.

Los hechos que ha investigado la magistrada de Instrucción número 5 sucedieron el 23 de junio pasado, cuando el padre de la menor, médico de profesión y residente en Alicante, comprobó en la cuenta del ordenador de su hija una conversación con una persona adulta.

El padre vio también expresiones como «estás tremenda... no creo que te moleste pero es la verdad. Con chicas como tú merece la pena vivir, jejeje besos preciosidad». Tras leer los textos, el progenitor localizó el perfil del cura en Facebook, donde estaban colocados su fotografía de medio plano y una relación de sus gustos y aficiones.

El padre de la menor comunicó estos detalles a la Guardia Civil de Valladolid, adonde se trasladó días después para formalizar la denuncia en la Comandancia. Con anterioridad, logró hablar con el propio sacerdote, quien inicialmente lo negó todo y argumentó que a lo mejor alguien le estaba suplantando en Internet.

Para evitar ser denunciado, O. F. L. llegó a felicitar al padre por estar tan pendiente de sus hijos, pero le advirtió del riesgo de denunciar a alguien por sospechas de pederastia «ya que se puede hacer mucho daño». Sin embargo, el 26 de junio el cura reconoció las conversaciones y pidió perdón a los dos. Ante ello, el padre denunció.

No obstante, la investigación que ha llevado a cabo el juzgado no ha concretado ningún tipo ilícito, como supuestas vejaciones, ya que las expresiones realizadas por el párroco «son meros comentarios subidos de tono que no conllevan sanción penal», indicaron fuentes judiciales. Aunque la Guardia Civil recuperó los mensajes del ordenador, la investigación que ha promovido la Fiscalía se ha limitado solo a este aspecto. Sin recurso presentado, la jueza dictó el archivo.