Entre la leyenda y la historia

Según cuenta la leyenda, la imagen de la Virgen del Henar llegó hasta la pradera del Santuario en el año 67 de la Era Cristiana. Allí sería venerada durante seiscientos años hasta que, ante la invasión musulmana y el miedo a que ésta fuera destruida, fue enterrada en el lugar. Siglos después, cuenta la tradición que la Virgen se le apareció a un pastor en el año 1580 en la fuente del Cirio, y desde entonces son miles los fieles que creen que este agua está bendecido por la Virgen y no dudan en acercarse a beber, especialmente el día de la romería, cuando, en ocasiones, se producen grandes aglomeraciones de devotos.

Sin embargo, los datos históricos hablan de que la Virgen del Henar que hoy conocemos es una talla románica del siglo XII que perteneció a un poblado desaparecido que llevaba el nombre de Santa María del Henar.

A partir de los siglos XVII y XVIII, su devoción alcanzó gran renombre, por lo que comenzó a edificarse el Santuario, que con el paso de los años fue tomando la forma que hoy presenta.

Entre los datos históricos de importancia en torno a la imagen, cabe destacar el ocurrido en el año 1621, cuando el Papa Gregorio XV concedió la fiesta del Henar y su celebración el domingo anterior a San Mateo, advocación que se venera el 21 de septiembre. En el año 1958 el Papa Pío XII proclamó a la Virgen del Henar patrona de las resinas españolas. No fue hasta el año 1924 que la Orden del Carmen se hizo cargo del Santuario, donde aún permanece en la actualidad. Finalmente, cabe destacar el 25 de junio del año 1972, cuando la imagen de Santa María del Henar fue coronada canónicamente en la pradera del Santuario ante 50.000 fieles, en un acto presidido por los obispos Félix Romero Menjíbar, de Valladolid, y Antonio Palenzuela Velázquez, de Segovia.