¡No lo tengo! ¡Te lo cambio!

En los tiempos que corren muchos opinan que los niños de hoy en día tienen hobbies y distracciones muy distintas a las que tuvieron sus padres en su juventud. Desde las consolas y los videojuegos hasta los ordenadores e Internet, poco o nada tienen en común estas generaciones de padres e hijos. Sin embargo, hay un pequeña afición que ha sabido hacerse un hueco en la infancia desde hace décadas: los cromos de la Liga de fútbol.

Así, desde mediados de agosto y hasta el mes de noviembre, coleccionistas de todas las edades se acercan hasta la esquina de la calle Gobernador Fernández Jiménez, junto al quiosco 'Manolín', para realizar el típico intercambio de los cromos repetidos. Puntuales a la cita, en torno a las 12 de la mañana, los padres acompañan a sus hijos y al final, terminan disfrutando tanto o más que los propios chavales. Y es que los mayores son, al fin y al cabo, los que financian estas colecciones que, de no ser por los intercambios, podrían rondar los 200 euros. Una ayuda importante a la hora de comenzar la colección la proporciona el banco BBVA, que pone a disposición de los usuarios la posibilidad de abrir una cuenta Miniblue con 100, euros y de manera gratuita, la entidad regala una caja de 600 cromos de la Liga de fútbol. Pero como el fin de toda colección no es empezarla sino acabarla, los chavales no solo disponen del tradicional intercambio, sino también de las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías. La web oficial de Pannini ofrece la posibilidad de conseguir los últimos cromos gracias a su servicio de mensajería, con lo que todos los niños podrán completar su álbum.