Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
Pilar García muestra el afamado Ponche Segoviano frente al escaparate de la confitería El Alcázar. :: ANTONIO TANARRO
ECONOMÍA

Con patente de casi un siglo

La pastelería segoviana El Alcázar vive su segundo relevo generacional al frente de un negocio que gira en torno al Ponche

ANA VACAS

Domingo, 5 de septiembre 2010, 04:42

A la sombra de la Catedral de Segovia, en plena Plaza Mayor, se ubica una confitería por la que no parece pasar el tiempo. Más de ochenta años al frente del sector en la capital avalan la trayectoria de esta pastelería, una empresa familiar que se fundó en 1926 y que apenas ha variado su oferta desde entonces. Los muebles, el mostrador, la balanza, el escaparate, todo permanece prácticamente intacto, al igual que su producto estrella: el Ponche Segoviano.

Su fundador fue Frutos García, tío abuelo de los actuales propietarios. Antes de comenzar su andadura en Segovia, ya se dedicaba a la confitería, era jefe de obrador en Mira y allí tuvo un negocio hasta que se estableció en la capital castellana y montó la pastelería en el mismo edificio que hoy ocupa, pero en el local de al lado, para instalarse pocos años después en la actual tienda. El producto que García ofrecía entonces no dista mucho del actual. Y es que por entonces ya había creado El Ponche. El confitero comenzó a comercializar este dulce con un éxito extraordinario gracias a la fórmula con la que se elabora. Esta receta es, aún hoy, un secreto bien guardado, aunque a grandes rasgos puede decirse que sus ingredientes principales son yema y almendra.

Desde sus inicios, el Ponche se convirtió en una delicia al alcance de todos. Incluso Alfonso XIII, que veraneó asiduamente en la Granja, era un reconocido amante del Ponche, y fue él precisamente quien animó a García a dar a conocer su producto fuera de Segovia. El monarca aconsejó al confitero que presentara el dulce en la Exposición Universal de Barcelona de 1929 donde, tras exhibirlo, obtuvo la medalla de oro.

Desde entonces la empresa no ha parado su actividad, aunque no ha sido necesario innovar más allá de lo que Frutos García creó en su día. De esta forma, la pastelería ofrece tortas, magdalenas, mantecados, amarguillos, pasteles e incluso turrones caseros. La única evolución ha venido de la mano del público que demanda este producto: «Mi tío abuelo comenzó con vistas al público autóctono y ahora la mayoría de lo que vendemos es para el turismo», asegura Pilar García, copropietaria del negocio.

Y es que desde aquella exposición en 1929 no ha sido necesario publicitar más su producto. Su calidad ha sido el emblema y un aval mas que suficiente. Esta empresa es la muestra de la capacidad del boca a boca que ha conseguido llevar el Ponche no solo a la fama nacional sino también internacional: «Personas de todo el mundo se acercan hasta nuestra confitería demandando este dulce. Hemos llegado a tener clientes de Australia, que no solo lo han consumido, sino que lo han llevado hasta allí».

Este reconocimiento ha suplido la necesidad de este negocio de exportar a mercados extranjeros o incluso de llegar a acuerdos con los hosteleros de la zona para incluir su producto en la carta: «Lo vendemos todo el tienda, nunca producimos lo mismo y tampoco hacemos cosas por encargo. Nosotros fabricamos el dulce y la gente lo compra y lo consume fresco; esa la clave», reflexiona Pilar García.

Marca registrada

Aunque venden todos sus productos por igual, sus actuales propietarios aseguran que el Ponche es el producto más demandado por su singularidad. Su eslogan, 'Ponche segoviano, por muchos imitado, pero por nadie igualado', es un claro ejemplo de la situación del Ponche el la ciudad que lo vio nacer; en la mayoría de las pastelerías segovianas los usuarios podrán encontrar ponches, pero ninguno tiene el aspecto ni el sabor del Ponche original.

Como a todo producto de renombre, a este dulce le han salido multitud de imitaciones, que a pesar de los esfuerzos no han conseguido acercarse a la calidad y textura del original. Los sucesores de Frutos García son consciente de esta diferencia, pero opinan que estos sucedáneos «sí han hecho daño al producto original y lo han devaluado, puesto que confunden al consumidor», asegura Pilar García .

Para intentar frenar esta situación acudieron al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que reconoció en una sentencia la propiedad de la marca 'Ponche segoviano' a los descendientes de su inventor y propietarios de la confitería El Alcázar. Y es que tras la muerte de Frutos García, en 1977, la receta pasó a manos de su sobrino, quien siguió realizándola tal cual se hacía en aquellos tiempos, pero mejorada. «Las posibilidades que tenemos ahora no se tenían en los años 30, mantenemos los ingredientes y la forma de elaboración originales e intentamos mejorar en la medida de lo posible».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Con patente de casi un siglo

Con patente de casi un siglo