Una bacteria ataca a los álamos que adornan la avenida de Irún
La 'Marssonina brunnea' es un microorganismo muy común en este tipo de árboles
CARLOS SANTAMARÍA
Martes, 24 de agosto 2010, 02:35
Desde hace unos días, los chopos, también conocidos como álamos, que adornan la avenida de Irún de la capital presentan defoliación, una enfermedad que provoca la caída de las hojas y es precisamente en estas donde se aprecian unas manchas oscuras. Este mal ya se presentó en los árboles de esta misma avenida hace tres años, aunque no ha aparecido consecutivamente, puesto que el año pasado no se vieron estos hongos.
Sin embargo, y según un estudio realizado por el director del Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Valladolid, Ángel María Asensio, ya en 2003 se produjeron fuertes defoliaciones en primavera y se observó que la caída de la hoja era más fuerte después de producirse un periodo meteorológico de abundante humedad y temperaturas suaves.
A veces -como es el caso- la defoliación se produce con altas temperaturas y humedad baja, por lo que se llegó a pensar inicialmente que podría tratarse de golpes de calor.
Su diagnóstico solo se realiza con una lupa binocular, sin la utilización de técnicas de laboratorio, por lo que se hace imprescindible la utilización de estas lentes especiales para confirmarlo. Tanto los síntomas como las formaciones observadas en la hoja coinciden con los daños causados habitualmente por la 'Marssonina brunnea', aunque se han detectado otras formaciones que pueden corresponder a 'Marssonina populi' y 'Melampsora populnea'. La 'Marssonina brunnea' es una bacteria que se detectó en España hace 34 años y que se ha ido extendiendo por todo el país. Presenta tres sistemas de reproducción: dos asexuales y uno sexual. La fase sexual tiene elementos en forma de copa sobre las hojas, que contienen unos diminutos órganos reproductores en cuyo interior se alojan los frutos de la reproducción sexual, llamados ascosporas, que maduran durante el invierno en las hojas del suelo y producen una primera infección en primavera. La primera fase asexuada produce unas esporas inmóviles -conidios- a partir de ramillas atacadas el año anterior, mientras que la segunda fase asexuada produce cuerpos microscópicos que liberan conidios que reinfectan a los chopos a lo largo del ciclo vegetativo.
Localización
Del informe también se extrae que esta enfermedad no se produce en todos los chopos -de hecho, en Valladolid solo se tiene constancia de estos hongos en la avenida de Irún- y que las choperas más afectadas son de la especie 'Populus alba'. Los hongos hacen que las hojas de estos árboles presenten un verde menos intenso y que las hojas aparezcan con manchas redondeadas de color pardo y con la parte central más clara, con un tamaño inferior a un milímetro.
La confluencia de varias manchas provoca que el mal parezca mayor. Las hojas inferiores son las que presentan más manchas, evolucionan hacia la copa del árbol a medida que avanza el periodo vegetativo y las que se desprenden del árbol son las afectadas por esas manchas.
La abundante caída de hojas a lo largo del ciclo vegetativo reduce la capacidad fotosintética de la planta y, salvo ataques muy fuertes, esta enfermedad no produce la muerte del árbol, pero sí un debilitamiento que facilita la entrada de otras plagas y enfermedades que sí pueden acabar con la vida del árbol afectado, aunque, por el momento, esto no se ha producido. Estos hongos también repercuten negativamente en el hecho de que los chopos atacados producen menos madera, un menor desarrollo y una coloración verde pálido que disminuye el valor estético de las plantaciones.
El estudio aconseja que las hojas afectadas deben ser quemadas o sometidas a un proceso de compuesto de abono orgánico para eliminar el hongo por efecto de la temperatura y que los tratamientos deben hacerse en primavera, ya que es la época en la que se dan las condiciones meteorológicas idóneas para el desarrollo de esta incómoda bacteria, según explica el experto.
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