«Suelo distraerme durante las clases»

Las academias, por regla general, dividen a los alumnos en clases de ocho personas como máximo, para proporcionar una atención más directa. Además, se lleva un control sobre ellos para que no pierdan el hábito de estudio. Deberes, ejercicios y exámenes obligan al alumno a mantenerse constante durante el periodo matrícula.

Katia, de 14 años, acaba de terminar Primero de ESO, en el Colegio La Salle, y no le ha ido muy bien, por ello, ha decidido apuntarse a una academia durante el verano. «Necesito tener clases de apoyo para poder sacar todas las asignaturas en septiembre», señala.

Las asignaturas a las que está apuntada son Lengua y Matemáticas, ya que son las que exigen más práctica por parte del alumno y más explicación por parte del profesor. «Creo que aquí me hacen más caso que en las clases de mi colegio, ya que somos muchos y me resulta muy fácil distraerme con los compañeros, aquí, al ser menos, tengo que estar más callada porque siempre están pendiente de mí», indica Katia.