ESTHER FUERTES
Viernes, 6 de agosto 2010, 12:27
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Abrir un grifo de la cocina o del baño y que salga agua es un gesto que, aunque se puede antojar cotidiano, para algunos llega a ser un regalo. En algunas circunstancias, aunque el grifo vierta este líquido, no es apto para el consumo humano debido a su contaminación. Ahora mismo, medio centenar de municipios de Castilla y León carecen de agua potable, envenenada por arsénico o nitratos, aunque la cifra de pueblos afectados varía, ya que una avería en el suministro puede engrosar las listas de localidades abastecidas por camiones cisterna.
Para tratar de paliar esta situación, la Junta de Castilla y León, a través de la Consejería de Medio Ambiente, ha concedido tres millones de euros a las diputaciones de las nueve provincias de la comunidad con el objetivo de garantizar el abastecimiento a los pequeños municipios que padezcan este tipo de problemas, agudizados en la época estival por la sequía o por un aumento de población, que hace imposible que las precarias redes de abastecimiento lleguen a todas las viviendas.
El mayor problema que se presenta este año es la contaminación, ya que las lluvias que han caído a lo largo de estos meses han reducido los efectos de la sequía. Esta inversión se materializará a través de una serie de obras, de pequeña envergadura y bajo coste, que permitan evitar los problemas de suministro durante los meses de verano. Las actuaciones previstas en el convenio son de dos tipos. Por un lado, se tratará de solventar los problemas de escasez a través de obras de rápida ejecución que no superen el importe de 150.000 euros. Por otro, las diputaciones provinciales se encargarán de gestionar el suministro a través de camiones cisterna.
La inversión total prevista para los años 2010 y 2011 es de seis millones de euros, de los cuales la Junta financiará el 50%; las diputaciones, un máximo del 30%, y los diferentes ayuntamientos que se beneficien del programa contribuirán con el 20% de la inversión. De esta forma, la Consejería de Medio Ambiente aportará 450.000 euros a cada una de las diputaciones de Burgos, León y Salamanca; 350.000, a la de Zamora; 300.000, a las de Ávila, Segovia y Soria, y 200.000, a las de Palencia y Valladolid. El importe total es de tres millones de euros, el 50% del global previsto para estos dos años.
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Los convenios de cooperación entre el Gobierno autonómico y las diputaciones se iniciaron en 1992. Hasta la fecha se han aprobado inversiones por valor de 62 millones de euros, con una financiación al 50% entre ambas instituciones. Las infraestructuras destinadas al suministro y depuración de las aguas son las que acumulan la mayor inversión de la Consejería de Medio Ambiente. A lo largo de este año, se prevé destinar 128 millones de euros a este ámbito, de los cuales 56 se invertirán en el abastecimiento de las localidades con problemas.
«En la época de los romanos»
A la hora de beber agua, o algo tan cotidiano como es cocinar, los vecinos de los municipios sin agua dependen de las cisternas. La otra opción consiste en pagar por consumir un producto de primera necesidad al que deberían de tener acceso gratuito.
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Acudir cada día o cada cierto tiempo a llenar garrafas de agua que sea apta para el consumo humano, en los puntos habilitados para ello, es una de las constantes a la que se enfrentan estas localidades. La urbanización de Las Fuentes, perteneciente al municipio vallisoletano de Mojados, conoce esta situación desde hace casi cinco años, cuando comenzaron a tener problemas con el pozo que les suministraba agua, como explica el presidente de la comunidad de vecinos de esta zona, David González. Aproximadamente 280 personas residen en Las Fuentes y, aunque llevan tiempo solicitando agua potable, aún dependen de que cada semana un camión cisterna les llene un depósito que ellos mismos tienen que mantener para que el agua no se estropee. «Muchos de los que viven aquí han comparado esto con la época de los romanos, en la que había que ir con un cántaro a la fuente a buscar agua», comentó David González. Ante esta situación, se trató de habilitar una red de abastecimiento dentro de la urbanización, pero «no nos ofrecen ayudas y el estudio está parado», añadió el presidente de la comunidad de Las Fuentes.
No siempre son camiones cisterna los que abastecen a las localidades afectadas. En el caso de Fontiveros, municipio perteneciente a la provincia de Ávila, el agua se les facilita directamente embotellada. El causante, de nuevo, es la contaminación, en este caso de nitratos, que desde hace un año provoca que los 862 vecinos de Fontiveros dependan de esta forma de abastecimiento. La distribución, seis garrafas de ocho litros al mes (litro y medio de agua por persona y día), se limita a los residentes empadronados, lo que provoca el malestar de los visitantes que acuden en verano o los fines de semana al municipio abulense. «No se puede pedir más agua que para el número de personas que se encuentran empadronadas», explicó la alcaldesa de la localidad abulense, María del Carmen Calleja.
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En la actualidad, la solución en esta zona se presenta a través de un pozo en el que no se han encontrado nitratos en el agua. El grifo y la depuradora ya están instalados, «ahora estamos pendientes de que sanidad nos dé el visto bueno», amplió Calleja. Otra de las opciones es «un proyecto de solución mancomunada, para 49 municipios», a los que se les abastecerá con agua tratada desde el pantano de las Cogotas. El pasado 2 de julio se firmó el convenio de adhesión a este proyecto, según explicó María del Carmen Calleja.
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