Gallinas en alquiler
Huevos frescos en casa. Un joven navarro triunfa arrendando aves domésticas en hogares urbanitas. Por 63 euros ofrece a sus clientes huevos como los de antes
:: BORJA OLAIZOLA
Domingo, 23 de mayo 2010, 03:07
Que vas a ponerte a alquilar gallinas? El navarro Eduardo Otxoa, de profesión transportista, todavía recuerda las carcajadas de sus amigos cuando el pasado verano les contó que tenía intención de montar un negocio de alquiler de aves domésticas. La iniciativa sonaba tan estrambótica que sólo empezaron a darle crédito cuando comprobaron que salía todos los días de casa con la furgoneta llena de jaulas y gallinas. «Tuve que soportar muchos cachondeos, pero ahora todo el mundo lo ha asumido y alguno hasta me pregunta si no tengo algún trabajillo para darle», sonríe. La idea, cuenta Eduardo, la tomó prestada de una página australiana de Internet. «Mi familia vive en una casa de campo fuera de Pamplona y siempre hemos convivido con animales domésticos, así que cuando vi el anuncio me hizo gracia y pensé que igual podía hacer algo parecido». Dicho y hecho. Se puso en contacto con el emprendedor de las antípodas y la información que recabó le acabó de convencer. «Es un tipo estupendo que se llama David y que lleva al menos nueve años alquilando gallinas; además de darme todo tipo de consejos, me animó a embarcarme en la aventura».
No se puede decir que Eduardo tuviese problemas con los bancos para hacer frente a la primera inversión de su nuevo negocio. Cuatro euros es todo lo que tuvo que desembolsar por la malla con la que confeccionó la jaula para su primera gallina. El animal salió del corral de la casa de su familia. «Las primeras gallinas se distribuyeron gracias al boca a boca, aunque luego pusimos una página en Internet (alquilaunagallina.com) y colgamos un vídeo en Youtube que nos ayudó a darnos a conocer». Eso ocurría el pasado otoño y, desde entonces, las cosas han evolucionado de forma tan satisfactoria que el propio Eduardo reconoce que algunos días se siente desbordado.
El negocio es simple. El cliente alquila el ave con 'todo incluido' durante el primer mes. «Por 63 euros le llevamos a casa la gallina con su correspondiente jaula, que está hecha con materiales reciclables, y el pienso necesario para que se mantenga durante ese tiempo». Pasados los primeros 30 días tiene que decidir si devuelve el animal o se lo queda: «En el 95% de los casos la gallina termina quedándose a vivir, porque los niños de la casa se encariñan con ella y hasta le ponen un nombre». Se convierte en una mascota. En esos casos, el cliente abona una segunda entrega de 168 euros y recibe otra gallina. «Aunque no necesitan un macho para poner huevos, son animales gregarios y si permanecen mucho tiempo sin compañía terminan perdiendo su potencial ponedor».
Uno de los ganchos del negocio es el autoabastecimiento de huevos fresquísimos. Con una pareja se cubren sobradamente las necesidades de una familia de cuatro miembros. «Siempre les digo a los clientes que es más cómodo comprar en el supermercado huevos ecológicos que tener gallinas en casa, pero también es verdad que acudir a la jaula a recoger unos huevos recién puestos tiene un atractivo especial». La empresa garantiza la capacidad productora de sus animales. «Si a los siete días no han hecho aún la primera puesta la sustituimos, aunque eso sólo nos ha pasado una vez; lo normal es que la gallina tarde unos dos o tres días en aclimatarse a su nuevo hogar y empezar a producir». Lo de los huevos da mucho de sí. A la incertidumbre de acercarse todos los días hasta la jaula para saber si ha habido o no puesta, se añaden variables como la del sabor, incomparable, que está muy relacionado con la alimentación. «No sabe igual un huevo cuando la gallina ha estado comiendo pienso que cuando se ha alimentado de sobras de frutas o de verduras y eso es algo que a los niños les hace mucha gracia».
Éxito en La Moraleja
Los niños son precisamente una de las piedras angulares del entramado. Eduardo dice que en la práctica totalidad de los 'hogares de acogida' de sus gallinas hay chavales de corta edad de por medio. «Muchos ni siquiera saben de dónde vienen los huevos y a sus padres les hace ilusión que lo descubran de esa forma y así tengan una referencia de la Naturaleza». Eduardo advierte, no obstante, que la casa del aspirante a criador de gallinas debe cumplir unos requisitos mínimos. «No suelo recomendar que se coloque en una terraza pequeña porque va a dar más trabajo que satisfacciones, pero aun así hay gente que lo hace. Lo ideal, no obstante, es tener una pequeña parcela de tierra, un terrenito como el de un adosado para que la gallina pueda darse una vuelta de vez en cuando».
A Eduardo no le faltan clientes. Calcula que habrá 'colocado' unas 300 gallinas. Prueba de la buena marcha del negocio es que ya le han salido competidores que se anuncian también en la Red. La mayor demanda proviene de Madrid y de la zona norte, especialmente del País Vasco y Navarra. «¿Sabes de dónde nos está llegando una avalancha de peticiones? De La Moraleja (una urbanización de lujo de Madrid), donde para nuestra sorpresa se está poniendo de moda tener gallinas en los jardines». Hay además otra vertiente del negocio, la de los centros escolares, en la que Eduardo tiene depositadas grandes esperanzas. «De momento hemos suministrado animales a tres guarderías de Pamplona y a otra de Irún, en Guipúzcoa, pero estamos convencidos de que es una tendencia que va a ir a más siempre que el colegio tenga unas mínimas condiciones físicas».
Como el palo de un gallinero
La gallina es un animal que en casa da muy poca guerra, aunque genera malos olores si permanece constantemente recluida en su jaula y no se retiran con cierta regularidad sus deyecciones. Puede llegar a vivir unos diez años con unos mínimos cuidados -las que viven hacinadas en granjas industriales suelen ser sacrificadas al cabo de un año-, pero su ciclo productivo no pasa de los seis. ¿Y por qué recurrir al alquiler cuando en cualquier mercado se puede comprar una polla -futura gallina- por menos de seis euros? «Es que nos hemos vuelto muy cómodos y queremos que nos lo den todo hecho», replica sin vacilar el 'rentista' pamplonés.
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