La Policía Nacional controla la venta de joyas a través de un libro de registro
A. P.
Domingo, 25 de abril 2010, 03:05
Al entrar en cualquiera de estas tiendas de compra-venta de oro, el cliente se encuentra con una mampara de cristal blindado, similar a la de una administración de lotería, y al otro lado, el tasador. Cámaras de seguridad, sistemas de alarma con detectores sísmicos y volumétricos, o cajas fuertes acorazadas y ancladas son algunas de las exigencias de seguridad que requiere trabajar con oro.
Los únicos requisitos para aceptar una joya son que el vendedor lleve consigo el DNI, que sea mayor de edad y la firma de un contrato de compra-venta.
Todas las piezas se registran en un libro cuyos datos se facilitan semanalmente a la Policía Nacional, que controla que no hayan sido robadas. Para ello, las joyas están embargadas durante 15 días por si la Policía Nacional recibe alguna denuncia al respecto.
El método para comprobar la calidad del oro es ver su reacción al ácido. Para ello se frota el metal contra una piedra y se vierte unas gotas de ácido. Si la marca no desaparece, es que es oro. Después, la pieza se pesa en una báscula electrónica y el dinero se paga en relación al peso y a la cotización en el mercado. La tasación es totalmente gratuita y sin ningún tipo de compromiso, y el peso de las piedras se descuenta en la tasación.
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