Cien años cargados de vivencias

Cien es una cifra redonda y no todos llegamos a cumplirla en años. María Ana Verdugo de Dios es una de las pocas privilegiadas que ha llegado al centenar, aunque puede pasar por una octogenaria, si quiere.

Desde el Centro de Día de Personas Mayores de Cuéllar, en el que María Ana lleva seis años como miembro de estancias diurnas, quisieron rendirle su particular homenaje y su felicitación más calurosa, y lo hicieron ayer, aunque la onomástica fue el pasado sábado día 17, jornada que la homenajeada disfrutó con su familia.

Las actividades en el centro comenzaron con un saludo por parte de la directora, Caridad García, a la que siguió la gerente territorial de Servicios Sociales, Pilar Sanz García, quien agradeció la posibilidad de compartir un día tan especial con María Ana y su familia y tuvo un recuerdo para su abuelo, también centenario y su abuela, muy cerca de cumplir los cien años. En nombre de la gerencia le entregó una placa conmemorativa.

Seguidamente llegó el turno de las autoridades municipales. Las concejalas de Cultura y Servicios Sociales entregaron a la centenaria un ramo de flores, una escultura y un pañuelo rojo, tan típico de las fiestas de Cuéllar.

Emotivos recuerdos

Después llegaron las felicitaciones de amigos y familiares: primero por parte de uno de los miembros del consejo del centro, en nombre de todos, y a continuación una compañera le hizo entrega de una gran postal, con firmas y fotografías.

El regalo del centro llegó en forma de montaje con imágenes en las que María Ana fue la protagonista. Un día en el centro, desde su llegada por la mañana, hasta la merienda, pasando por las tareas, lectura, pintura, sus charlas con las trabajadoras y con compañeras y algunas fotografías de excursiones y actividades.

La familia también quiso estar presente y, además de acompañarla, preparó un video con fotografías de ayer y hoy.

Las sorpresas continuaron durante la tarde, con la actuación del coro del Centro de Día, que concluyó su representación cantando el 'Cumpleaños feliz' o con las poesías que dedicaron a la homenajeada dos de sus compañeras. Esta especial celebración concluyó con María Ana Verdugo, sus amigos, compañeros y familiares degustando un chocolate con bizcochos.