«Miguel Hernández no fue rechazado por los poetas del 27, como se dice»
La escritora participó en la Díaz-Caneja en un encuentro sobre mujer y literatura
FERNANDO CABALLERO
Miércoles, 17 de marzo 2010, 02:11
Casi veinte años de convivencia unen a María Asunción Mateo con Rafael Alberti. Para el gran poeta gaditano, fue su segunda esposa y la persona que, tras su muerte en 1999, preserva su legado a través de la fundación dedicada al que fue el último representante de la fructífera Generación del 27. Mateo, escritora e investigadora de la obra de su marido, preside esa fundación, y ayer participó en Palencia en el ciclo 'Imagen y palabra de mujer', que se clausura hoy organizado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Su ponencia se tituló 'Dos rayos que no cesan', refiriéndose a Miguel Hernández, del que se conmemora este año el centenario de su nacimiento, y a Rafael Alberti.
-¿Por qué se refiere a Miguel Hernández y a Rafael Alberti como dos rayos que no cesan?
-Yo le he robado el título de mi conferencia a Miguel Hernández, que escribió 'El rayo que no cesa'. Rafael, con más autoridad que yo, se lo robó también para escribir un catálogo de pintura que la mujer de Picasso le encargó sobre el pintor y que también tituló así. Miguel Hernández y Rafael Alberti son dos rayos que no cesan, y contando con Picasso, son tres. La relación entre los dos poetas ha sido malinterpretada. Yo creo que ahora lo que vende es todo aquello que sea morboso y de enfrentamiento. Estoy leyendo cosas y me quedo boquiabierta, porque esas mismas cosas me las ha contado a mi Rafael. Yo no cuento lo que me han dicho, he oído o de lo que alguien escribió en un libro porque se lo han contado... Yo hablo de algo que directamente, durante casi veinte años de convivencia con Rafael, éste me ha ido contado. Digo aquéllo que creo que a Rafael le gustaría que dijera. Parece que Miguel Hernández llegó a los poetas del 27 y que todos lo rechazaron. Eso no es cierto. Cada uno tenía un carácter. Miguel procedía de otra educación, era más rústico, aunque era un grandísimo poeta, que había leído a todos los poetas. A lo mejor chocó con el cosmopolitismo de Neruda, o con Lorca, que era muy refinado, pero de eso a que lo odiaran, me parece que hay un abismo.
-¿Qué le contó Rafael de Miguel Hernández durante esos años que convivió con él?
-Todo cosas buenas, pero también decía que era un hombre de ideas fijas. Le aconsejaron que no se fuera a Orihuela por donde quería ir, que le cogerían. No hizo caso a nadie, ni a Rafael, ni a María Teresa (León), ni a Neruda... Se marchó por la frontera de Portugal a ver a su mujer y su hijo, y claro, lo cogieron. En eso sí que coinciden todos, desde Guillén a Salinas, que era muy suyo.
-¿Alberti y Miguel Hernández están reconocidos ahora suficientemente?
-Sí, por descontado. Lo único que pasa es que Miguel Hernández murió a los 32 años y Rafael casi fue centenario. Cuando Miguel llegó a Madrid, Rafael era un poeta muy conocido al que admiraba. Los dos son reconocidos dentro de la cantidad de obra que escribieron, pero nadie puede negar el valor de la poesía de Miguel. Era un hombre con una sensibilidad extraordinaria, aunque en su vida normal pudiera parecer más rústico, de la huerta, del pueblo... Pero luego era un hombre que había leído muchísimo, que tenía una técnica muy buena y una inspiración maravillosa. Además, nadie le niega también el puesto de poeta soldado, porque estuvo en primera línea batallando por elección suya, no quería estar en la Alianza de Intelectuales por la República.
-¿Qué espera de la conmemoración de centenario de Miguel Hernández?
-Es justo que se celebre este centenario y que salga la obra completa, que es lo mejor que puede tener un poeta, una obra completa hecha a fondo. Cuando se celebró el centenario de Rafael, en el Ministerio de Cultura me preguntaron qué quería que se hiciera, y yo dije que la obra completa, que nunca la había tenido. Había tenido ediciones de libros de poesía, pero las prosas o el teatro no se habían editado. Seix Barral ha hecho unas ediciones fantásticas. Ya llevamos cinco tomos y faltan dos: el del teatro después de la guerra y las prosas.
-Sin embargo, a usted se le acusa de paralizar ediciones más populares de las obras de Rafael Alberto. ¿Es cierto?
-Si me da nombres y apellidos y me enseña los papeles y me demuestra que eso es cierto..., porque si no es así, no le puedo contestar. Yo no voy a entrar en tonterías que, además, son fácilmente desmontables, porque alguien que tenga interés en saber los libros que se publican de Rafael sólo tiene que consultar en el ISBN, y ahí están todos los libros que se han publicado.
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