Recuerdos de la industria textil
Bernardos fue en el pasado un importante foco industrial gracias a factorías de todo tipo
CRISTINA VEGA
Lunes, 1 de marzo 2010, 10:29
Bernardos contó en siglos pasados con una notable industria derivada de la extracción de pizarra, industria textil, fábricas de chocolate, cererías y aprovechamientos hidráulicos, que fueron a lo largo de los años su razón de ser.
En esta localidad, la cercanía del río Eresma se aprovechó sobre todo a partir del siglo XVII en la industria textil; más tarde, los saltos de agua encontraron una moderna aplicación: la generación de corriente eléctrica. Desde entonces se tiene constancia de una notable actividad en la fabricación de paños, con la identificación de cuatro batanes situados a orillas del río Eresma. Durante el siglo XVIII destaca esta villa segoviana por su producción textil, llegando a contarse casi un centenar de telares en ella. Los telares de lana y los lavaderos, le llevaron a una situación de gran pujanza dentro de los mercados del paño segoviano. Según Pascual Madoz, a mediados del siglo XIX, «la mayor parte de los habitantes de Bernardos se dedicaba a la fabricación de paños y sayales de lana basta del país». La industria mantuvo su importancia a lo largo de los siglos ya que se conoce asociada a los tejidos de Bernardos en mantas y capotes fabricados para el ejército, hasta mediados del siglo XX.
En la última etapa se fabricaban sobre todo mantas para su uso en el campo. Las generaciones pasadas recordarán aún la llamada 'manta pastora', que utilizaban los pastores y los agricultores para preservarse del frío y la lluvia. Los fabricantes modernizaron sus fábricas para aumentar la productividad, pero el pastor fue cambiando la manta por el impermeable y el agricultor la yunta por el tractor. La manta perdió su función y esto unido a la fuerte competencia de los productos catalanes y de otros llegados de países extranjeros, acabaron con la industria. La última fábrica desapareció el 15 de agosto de 1956 después de un voraz incendio que sólo dejó las cuatro paredes que aún hoy se conservan.
La materia prima
La lana de oveja merina segoviana, era un producto fundamental de la industria textil de hace siglos. Sus cualidades de solidez y de impermeabilidad, le aseguraban un sitio excepcional en el mercado europeo. En Bernardos, a diferencia de la ciudad de Segovia, -famosa por sus finos paños-, se fabricaban paños más ordinarios conocidos como sayal, siendo en este ramo, el primer productor de la provincia. «En 1779 existían 11 telares de paños y 70 de sayales».
La organización del proceso de trabajo de la industria textil puede caracterizarse por el grado de división de tareas. El trabajo de la lana empezaba con la limpieza y cardado de la misma, para lo cual en la industria textil se utilizaba un cepillo con púas metálicas que limpiaba y separaba las fibras llamado 'carda'. El siguiente paso consistía en pasar los copos de lana cardados, por una rueca y por el uso, y así se lograba el hilo que se recogía en ovillos o bolas, para después pasar al telar. En el telar se obtenía un tejido grueso más bien basto, que una vez apelmazado en el batan, era conocido como tejido de sayal.
Las famosas mantas pastoras se impermeabilizaban con aceite y se desengrasaban con greda, arcilla arenosa que se traía de Santiuste por el Camino de los Grederos. En su última etapa todo el proceso ya se había mecanizado, de forma que el trabajo manual se limitaba al manejo de las máquinas.
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