El río Negro desata su furia en Zamora
El deshielo y la lluvia aumentan el caudal hasta 240 metros cúbicos por segundo
I. REGUILÓN Y A. GARCÍA
Viernes, 26 de febrero 2010, 19:01
La comarca de Benavente está en situación de alerta ante los fuertes subidas de caudal en todos los ríos y arroyos, que comienzan a preocupar de forma especial en la vega del Tera. El más incontrolado de sus afluentes, porque no tiene sistemas de regulación, es el río Negro, que ha recogido todo el agua del deshielo en la Sierra Cabrera de Sanabria, donde nace, y la cantidad de lluvia caída durante la semana.
La considerable crecida del río Negro, que baja con 240 metros cúbicos por segundo, cuando su nivel de alerta es de 60 metros cúbicos por segundo, ha obligado a desalojar agua en el embalse de Nuestra Señora de Agavanzal desde el pasado miércoles, pero ayer se abrieron las cuatro compuertas para arrojar 460 metros cúbicos por segundo, lo que supone desalojar algo más del caudal que está entrando en el embalse.
Pero las avenidas, que han obligado a la Confederación Hidrográfica del Duero a reforzar la vigilancia en el noroeste de la Cuenca del Duero, afectan también a todos los términos próximos a los arroyos del Almucera y Regato, ambos desbordados y con tendencia a crecer, al igual que el Órbigo y el Eria.
Desde la Subdelegación del Gobierno en Zamora se admite que habrá que seguir desembalsando, ya que las previsiones indican que continuarán las precipitaciones en los próximos días, en especial mañana.
En la misma línea, la Confederación tenía previsto que la punta de la avenida se registrara en la medianoche pasada, por lo que se ha dado aviso a todos los organismos para que se activen los sistemas de Protección Civil y para que se mantengan durante el fin de semana puesto que continuarán las lluvias.
La suelta de agua en el embalse de Agavanzal y la aportación del río Negro y los arroyos Almucera y Regato han motivado un fuerte crecimiento del Tera, de manera que aguas abajo el río llega totalmente desbordado, anegando fincas de labor y algunas explotaciones agrarias.
Instalaciones deportivas
En Sitrama de Tera, prácticamente llega a la Nacional-525, que le sirve de presa. A la altura de Quiruelas de Vidriales casi se junta con el río Chico, que inunda el campo de fútbol y vestuarios en Colinas de Trasmonte y ha formado numerosas balsas de agua en las proximidades de la carretera Nacional-525.
En Mózar de Valverde el Tera creció a lo largo de toda la mañana hasta subir el nivel casi un metro, lo que ha afectado a las playas, completamente anegadas por el agua, y se aproxima ya a alguna construcción. Sus propietarios vigilaban la crecida por temor a que durante la noche siguiera subiendo el nivel y estaban preocupados con las noticias del desembalse a espuertas en Agavanzal.
El arroyo Regato circula completamente desbordado en Camarzana de Tera, donde inunda el parque infantil, ha cortado caminos y puentes y anegado numerosas zonas de la vega. Para los vecinos es también preocupante la subida del nivel del Tera, que ya amenaza la vega.
Ayer, el río transportaba 115 metros cúbicos por segundo, lo que lo sitúa por encina del nivel de alerta, fijado por encima de 80 metros cúbicos por segundo. El nivel de alarma es de 377 metros cúbicos por segundo.
El arroyo Almucera corta la carretera a la altura de Quintanilla de Urz, donde ayer hubo problemas para el transporte escolar y ocupa tierras de labor desde esta localidad hasta Villanázar.
Las riadas que vienen
El río Eria todavía bajaba ayer dentro del cauce, con un caudal de 134 metros cúbicos por segundo en tierras leonesas y de 140 en Morales del Rey, donde la tendencia era a aumentar. Ello lo coloca en situación de alerta, por encima de 102 metros cúbicos por segundo, aunque la alarma no llega hasta que alcanza 192 metros por segundo. Su máximo caudal fue de 492 metros cúbicos por segundo hace cuatro años.
El Órbigo, considerado por la Confederación uno de los más afectados, ya que sus afluentes desde León por la margen derecha son los que han recogido más litros de agua por metro cuadrado, recoge en Zamora las aguas del Eria. Por ello había superado ya en la provincia de León el nivel de alerta y en Zamora, con 203 metros cúbicos por segundo estaba ya ayer al borde de la alerta (205) . Por ello, la vigilancia es máxima y ante la previsión de que siga creciendo.
Solo el río Esla discurre sin complicaciones por la comarca benaventana.
Los servicios de Protección Civil de Benavente establecieron ayer turnos de vigilancia para controlar los puntos más conflictivos y temen que la situación empeore, ya que todos los ríos llevan más agua que a finales de diciembre, cuando también se registraron inundaciones.
Además del agua, la provincia está en alerta por el viento, que ayer llegó a alcanzar 100 kilómetros por hora, ocasionando en Benavente la caída de tejas y elementos decorativos en las fachadas de varios edificios. El tráfico se cortó hacia las seis de la tarde a la salida de la ciudad por la Nacional-525 debido a la caída de un árbol, lo que obligó a cortar un carril y permitir el paso de vehículos por el menos afectado.
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