«En el genoma podríamos encontrar la huella de una visita alienígena a la Tierra»

El Museo de la Evolución Humana de Burgos (MEH), acogió la presentación del libro escrito por el paleontólogo José María Bermúdez de Castro, coordinador del Programa de Paleobiología de Homínidos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH-Burgos); por el astrobiólogo Carlos Briones Llorente científico titular del CSIC en el Centro de Astrobiología (CSIC-INTA asociado al NASA Astrobiology Institute); y por el cosmólogo Alberto Fernández Soto, científico titular del CSIC en el Instituto de Física de Cantabria (CSIC-UC) y que ha contado con la colaboración del biólogo e ilustrador Eduardo Sáez.

Al acto asistieron más de un centenar de personas que escucharon durante dos horas a los autores que también respondieron pacientemente a un público ávido de conocimiento sobre los orígenes de la humanidad.

Siguiendo la secuencia de la obra literaria, para comentar el primer origen tomó la palabra Alberto Fernández Soto, que explicó que el Universo es como un embrión donde las primeras fases de desarrollo pasan muy rápido, en un proceso que conocemos como Big Bang (el inicio del tiempo y el espacio). Se trata de una teoría física con bases muy sólidas, un modelo claro y bastante inteligente de cómo empezó el Universo. El cosmólogo es un observador experto del espacio profundo y ha recordado los vertiginosos avances que desde hace diez años nos permiten ver imágenes de galaxias, estrellas, y otros objetos cósmicos a más de 10.000 millones de años luz de distancia, casi en los inicios del Universo.

En su intervención, Carlos Briones resumió el segundo origen; la vida, los sistemas químicos. Hace 4.570 millones de años se formó la Tierra y me pregunto: ¿qué química podría haber aquí? Sabemos que los cometas trajeron a la Tierra los elementos para la vida (agua, minerales) los constituyentes de la sopa prebiótica que luego generaron sistemas con capacidad de hacer copias de sí mismo y entonces la química se convirtió en biología hace unos 3850 - 3500 millones de años. De eso tenemos evidencias fósiles de bacterias llamadas estromatolitos.

En el tercer origen intervino el codirector de las excavaciones de los yacimientos pleistocenos de la Sierra de Atapuerca, el doctor José María Bermúdez de Castro Risueño, quién hizo gala de su capacidad divulgativa para explicar ciencia compleja con una facilidad asombrosa. Con palabras muy emotivas explicó lo mal que lo pasó al escribir su primer libro en el año 2001. Hoy en España, cada vez más personas leen éstos libros de divulgación científica. Nos ha faltado tradición, pero ahora las salas se van llenando y cada vez tenemos más gente interesada en la Ciencia por ello agradezco a todos por estar presentes.

En la actualidad, -continuó diciendo Bermúdez de Castro- ya tenemos pruebas sólidas de cómo floreció el árbol de la vida en la Tierra y todos provenimos de una única especie. Por tanto, a nivel biológico somos iguales que otras especies. Hay que tomar en cuenta que el genoma humano coincide con el de los chimpancés en un 98,5 % y el pulpo tiene más genes que nosotros (el genoma descifrado del pulpo ha sido anunciado éste verano).

En éste libro se presenta una síntesis de la evolución humana, los primates, unos muy especiales que somos nosotros, los Homo Sapiens Sapiens. Se trata de la evolución humana desde hace 6 millones de años y sobre todo los últimos 2 millones de años. Hoy se aprecia con claridad que cada vez evolucionamos más deprisa. No obstante, en muchos aspectos seguimos siendo muy parecidos a los humanos de Atapuerca, de hace 1 millón de años.

Por espacio de una hora los autores respondieron a las preguntas de la audiencia. En relación al rumbo que tomará la especie humana en su proceso de evolución, Bermúdez de Castro explicó que en la especie humana se ha triplicado el tamaño del cerebro hasta los 1350 cc (un poco menos que el de los neardentales) y es aquí donde parece estar el límite natural, tomando en cuenta la estrechez del canal del parto. Además, el cerebro consume el 20% de la energía, es caro tener un cerebro grande y nos cuesta muchísimo mantener éste cerebro. El paleontobiólogo ve con nostalgia que la integración del Ser Humano con la tecnología pueda ser el rumbo que tome la evolución humana.

Con la sabiduría y perspectiva que da la vida José María Bermúdez mencionó en dos ocasiones que es escéptico porque los malos son pocos pero hacen mucho ruido en referencia a la incapacidad de la Humanidad para evitar las guerras, las hambrunas y otros males endémicos.

En los instantes finales de la presentación y en respuesta a preguntas de los asistentes, el cosmólogo Alberto Fernández Soto dejó el mensaje del encuentro con científicos al afirmar que «en el genoma podríamos encontrar la huella de una visita alienígena a la Tierra» en referencia a la teoría de la panspermia.