La inteligencia artificial toma el poder

La automatización generará nuevos puestos de trabajo pero la regulación se ha quedado obsoleta, lo que ha hecho que tanto EE UU como la UE preparen ya sus propias leyes

JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ

Martes, 4 de febrero 2020, 00:55

«La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías más prometedoras». Así de contundente se ha mostrado hace pocas fechas Sundar Pichai, CEO de Google, en un artículo en Financial Times. Pero a su vez, el principal directivo del gigante de los buscadores reclamaba ... una mayor regulación: «No tengo dudas que la IA necesita ser regulada; la única cuestión es cómo hacerlo».

Publicidad

Por el momento, no hay respuesta. Desde hace varios meses la Unión Europea está trabajando en el desarrollo de una regulación y, por primera vez, a principios de este año ha visto la luz, al menos un borrador. Este primer texto propone desarrollar una aproximación europea sobre la inteligencia artificial que ayudará a preparar a las sociedades para los desafíos y oportunidades que esta nueva tecnología está creando, como se explica en el documento.

Pero la IA ha mostrado su peor rostro con el reconocimiento facial. China es el país pionero y líder en la utilización de este tipo de tecnología. Estados Unidos le sigue de cerca, aunque sse ha encontrado con uno de los grandes problemas: el sesgo de los algoritmos utilizados.

Un estudio del Gobierno de EEUU ha analizado hasta 189 algoritmos de 99 desarrolladores (de firmas como Microsoft, Intel y SenseTime, entre otros muchos) y las conclusiones son que sigue habiendo margen de mejora en lo que a sesgo racial se refiere. La prueba se hizo con cuatro bases de datos de fotografías y 18,27 millones de imágenes de 8,49 millones de personas, todas ellas provenientes del Departamento de Estado, el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI.

Los algoritmos desarrollados en Asia tienen menos tasa de error al identificar a personas caucásicas y asiáticas. Aunque un estudio del MIT Media Lab de EE UU corrobora este problema racial. La investigación muestra cómo el sistema de reconocimiento facial falla de manera considerable cuando los grupos de individuos son distintos a los pertenecientes a varón de raza caucásica.

Publicidad

En el caso de las fotografías pertenecientes a hombres blancos, el margen de error fue de un 1%. Esto se incrementaba notablemente cuando cambiaron de género, ya que en el caso de las mujeres blancas el porcentaje de error en las muestras aumentó hasta un 7%. Sin embargo, la tasa de fallo era de un 35% en mujeres de piel oscura.

Ante este panorama, en los primeros días de 2020 Estados Unidos anunció su propia regulación de la inteligencia artificial para evitar estos problemas de sesgo racial. Por su lado, parte del plan de la Comisión Europea pasa por demandar a los países miembros de la Unión el nombramiento de autoridades para monitorear las nuevas reglas.

Publicidad

La prohibición del reconocimiento facial tendría vigencia por cinco años, o al menos tres, un intervalo en el que «se podría identificar y desarrollar una metodología para evaluar los impactos de esta tecnología y posibles medidas de gestión de riesgos».

La doble cara laboral

Según la OCDE, cuatro de cada diez jóvenes españoles aún eligen estudios relacionados con puestos de trabajo que están en riesgo de desaparecer por la automatización del empleo. Otro informe de la propia Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos señala que casi el 14% de del empleo de los países de la OCDE están riesgo de ser automatizados.

Publicidad

La horquilla está entre el 6% de Noruega y el 34% de Eslovaquia. España está en la parte alta de la tabla, con el 21,7%. Y de media en la OCDE, otro 32% del empleo sufrirá «una transformación radical por el avance de la tecnología». Se prevé que más del 20% de los empleos de España pueden acabar en manos de robots y máquinas.

El Foro Económico Mundial (WEF en inglés) sostiene que en la actualidad el 29% de las tareas laborales son realizadas por una máquina. Debido a los avances tecnológicos, para 2025 se prevé que eso significaría la reducción de 75 millones de empleos.

Publicidad

No obstante, este mismo informe indica que estas mismas tecnologías darán vida a más de 133 millones de nuevos puestos de trabajo, con lo que en lugar de tener una cifra negativa se generarían 58 millones o 17,7% más empleos. En todo caso estas tecnologías han crecido un 270% en cuatro años y son utilizadas ya por el 37% de las empresas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad