![Aquellos ‘gadgets’ que ahora son zombis](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/pre2017/multimedia/noticias/201512/10/media/cortadas/GF0NTX41--575x373.jpg)
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chencho alonso
Lunes, 14 de diciembre 2015, 17:02
Acostumbrados a que el gadget más innovador que acabamos de comprar se haya quedado obsoleto cuando llegamos a la plaza de parking en la que habíamos dejado nuestro coche, debería sorprendernos saber que todavía hoy se siguen fabricando, y en muchos casos usando, aparatos que nos hicieron ser los más molones durante la década de los noventa y el comienzo del siglo XXI. Escuchar música en plena calle, ver programas de televisión a la hora que mejor nos venga o capturar instantáneas de nuestros mejores momentos ha pasado a mejor vida tecnológica. ¿Quién no ha rebobinado un cassete metiendo un boli entre sus agujeros? ¿Quién no tuvo sus primeros juegos de ordenador metidos en un disquete? Aparatos que los avances tecnológicos han dejado sepultados bajo montones de innovaciones.
Si estás más cerca de los treinta que de los veinte o eres de los que se niegan a dar la oportunidad a los aparatos más modernos del mercado, te alegrará saber que todavía es posible encontrar en las tiendas la tecnología que te hizo sentir el futuro en tus manos hace unos años. No vas a ser el más moderno con tu walkman e incluso alguno te señalará con malicia, pero seguro que no te falta la sonrisa pudiendo escuchar tu música como tú quieres.
El walkman. Este dispositivo permitía escuchar música sin necesidad de estar conectado a la red eléctrica. Con un cassete en su interior, hizo que el footing, lo que en los noventa era el running de hoy, se convirtiera en una actividad menos aburrida, cuando la música envolvía esas carreras. Las gasolineras todavía maldicen el nacimiento de aplicaciones como Spotify.
Cassetes. Fueron los primeros instrumentos que almacenaban música para poder escuchar por la calle. Se podían rebobinar con un bolígrafo e incluso con el meñique si lo tenías lo suficientemente fino. Su aparición fue un auténtico bombazo y los artistas grababan sus canciones en este formato dejando de lado a los antiguos vinilos. Se vendieron millones de cassetes en el mundo y todavía hoy mucha gente sigue dándoles uso. Como dato, en el año 2012 se vendieron en Estados Unidos más de trece millones de cassetes.
Compact Disc. El patito feo se convirtió en cisne. Mucho más glamouroso, donde va a parar, fue este nuevo formato. El cassete se convirtió en CD y el walkman en discman. La misma operación que años atrás. Música para llevar pero con mejor calidad de sonido y otros avances reseñables en cuanto a botones y eficacia. Llegaron los coches modernos, con sus radios modernas y la venta de compact disc se disparó hasta la llegada de los adaptadores USB.
El mini disc. Un gadget que pretendía ofrecer las mismas ventajas que el discman, pero en un tamaño más reducido. Nunca llegó a triunfar aunque fuera lo más mainstream de la época. Los más modernos se lanzaron a la aventura del mini disc hasta que tuvieron que recular y ceder ante la superioridad de otros aparatos.
Disquetes. ¿Qué haríamos ahora si no existieran los USB? ¿Dónde íbamos a guardar toda nuestra información? Pues hace unos pocos años, los disquetes o 'floppy disk' eran fundamentales en nuestra vida. Vistos así, son los antecesores de lo que ahora llamamos pincho. Necesarios para el trabajo diario y para el ocio. Igual te guardaban documentos de la oficina como el último Tetris que salía al mercado. Con los avances en informática su uso se ha limitado hasta rondar el cero, si no fuera por casos tan curisosos como el de Noruega donde Sanidad y Gobierno siguen usando este formato para compartir su base de datos de pacientes.
Carrete para cámara de fotos. El año pasado, solo en Estados Unidos, se vendieron 35 millones de carretes para cámaras de fotos. Todavía quedan románticos de la fotografía que o lo compaginan o no se han atrevido a dar el salto al mundo digital. Parece que el misterio que trae consigo el revelado de las fotografías sigue atrayendo a multitud de usuarios de las antiguas cámaras fotográficas.
Cintas para máquina de escribir. Es posible que ni los más antiguos escritores del lugar mantengan la convicción de redactar sus actuales obras en máquina de escribir. De todos modos, si has superado el nivel de hipsterismo y tu inspiración no llega si no escuchas el teclear de tu antigua Olivetti estás de suerte. Todavía puedes encontrar cintas para máquina de escribir en muchas tiendas, curiosamente, en Internet.
El buscapersonas. Sí, nadie va por la calle con busca y si lo llevas te va a estar estorbando colocado en el cinturón porque no te van a llamar; pero existen profesiones que por ciertas necesidades lo siguen utilizando en el puesto de trabajo. Un claro ejemplo son los médicos y personal de hospital que en muchas ubicaciones hospitalarias no tienen la suficiente cobertura para estar en contacto continuo, algo que sí proporciona el busca.
El fax. La facilidad, rapidez y eficacia de los correos electrónicos ha enterrado casi por completo el uso del fax en Europa. Sin embargo en un país tan ultramoderno como Japón, cuna de la tecnología, este aparato sigue siendo de vital importancia en las grandes empresas. Lo usan hasta escribiendo a mano. En muchas ocasiones lo usan para el correo personal pero otras lo hacen para certificar la autenticidad de los documentos legales recibidos.
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