Desde mediados de enero, el cielo nos ofrece un espectáculo único: hasta seis planetas del Sistema Solar pueden observarse simultáneamente en una alineación que no se repetirá hasta dentro de 467 años. Técnicamente, serían siete si incluimos la Tierra, aunque, por supuesto, no la ... podemos verla al estar sobre ella. La excepción es Mercurio, que queda fuera de esta alineación visible.
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Este fenómeno puede disfrutarse hasta aproximadamente el 8 de febrero. Alberto Jiménez, especialista del Observatorio Astronómico de Borobia, explica que «la alineación consiste en que siete planetas coinciden en la misma franja del cielo, aunque desde nuestra perspectiva sólo observemos seis. Durante estas semanas podemos ver a Venus, Saturno, Neptuno y Urano –estos dos últimos sólo con telescopios– en el horizonte de Este a Oeste. Más arriba, cerca del cénit, encontramos a Júpiter, y hacia el Este está Marte. Es una oportunidad magnífica para observar casi todos los planetas del Sistema Solar».
Es importante recordar que Plutón ya no se incluye en esta lista, ya que desde hace años se clasifica como un planeta enano, junto con Ceres, Haumea, Makemake y Eris.
Sobre el dicho popular «se alinean los planetas» como sinónimo de algo extraordinario, Jiménez aclara que, más allá de la astronomía, esta expresión tiene raíces astrológicas y carece de fundamento científico. «La astrología no es ciencia. En este caso, simplemente hablamos de una coincidencia en el cielo, ya que todos los planetas transitan por la eclíptica, una línea imaginaria que sigue el plano orbital de los planetas alrededor del Sol. Desde nuestra perspectiva en la Tierra, esa línea atraviesa el cielo de sureste a suroeste y es donde se encuentran los planetas, el Sol y la Luna».
Aunque alineaciones de 2, 3 ó 4 planetas son relativamente comunes, la próxima vez que podamos disfrutar de una alineación de estas características será en el año 2492. Por eso, es una oportunidad única, especialmente en lugares con cielos despejados como Soria. «En estas noches de invierno, el cielo está en condiciones ideales para la observación. Eso sí, hace falta abrigarse bien. Las heladas limpian la atmósfera, reducen la humedad y permiten una visibilidad excepcional, lo que hace que las estrellas y los planetas se vean con mayor nitidez», comenta el astrónomo.
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Para aprovechar al máximo este evento, Jiménez aconseja buscar lugares elevados y oscuros, alejados de la contaminación lumínica, con una buena vista hacia el cielo del Sur. «La franja que debemos observar va desde el suroeste hasta el sureste. Es importante que no haya grandes elevaciones que obstruyan la visión en esa zona», detalla.
Una clave para distinguir planetas de estrellas es observar su brillo; «los planetas tienen un brillo constante, mientras que las estrellas parpadean». Además, el astrónomo recomienda usar telescopios o prismáticos para una mejor experiencia. «Un telescopio, aunque sea pequeño, permite apreciar detalles como los anillos de Saturno, que es una auténtica joya, o la majestuosidad de Júpiter. Aquí, en el Observatorio de Borobia, el telescopio Coyote ofrece una visión espectacular de estos planetas», concluye.
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