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«En la casa de mis padres, que antes estaba en ruinas, ahora duerme Santi Millán». Comentarios como este se pueden escuchar en las conversaciones de la asociación Antiguos Moradores de Valdelavilla, un pueblo de las Tierras Altas de Soria, deshabitado hace 50 años por ... la marcha de sus últimos habitantes. Ahora, el lugar se ha incorporado a ese exclusivo circuito de los escenarios plató de cine o televisión que atraen a cientos de fans para conocer los exteriores de sus series o películas de culto.
Valdelavilla es en la ficción Peñafría, el escenario donde ocurren las vicisitudes que viven los personajes de 'El Pueblo', la serie que emiten Telecinco y Amazon Prime y que en su primera temporada este pasado invierno sentó ante las pantallas de la cadena televisiva a 2,2 millones de espectadores.
Con tono de comedia, narra el enfrentamiento entre dos mundos, el de un grupo de urbanitas que llegan a una remota zona rural para empezar una nueva vida y que chocan frontalmente con los habitantes rurales. Un sempiterno conflicto antropológico entre ciudad y pueblo. Entre los protagonistas, rostros populares como Carlos Areces, Santi Millán o Ingrid Rubio a las órdenes de su director y creador Alberto Caballero ('La que se avecina').
La covid-19 ha detenido la peregrinación de fin de semana de amantes del serial hasta Valdelavilla. «Ha reforzado el papel de hosteleros y restaurantes. Hasta 200 personas han llegado algunos fines de semana para visitar las calles del pueblo. No era normal. Pero el caso es que ha generado una dinámica de turismo familiar», explica el presidente de la Mancomunidad Tierras Altas, tomás Cabezón. Ni siquiera la pandemia ha acabado con el goteo de visitantes ocasionales.
La rehabilitación de Valdelavilla es una historia de éxito en el epicentro de esa España vacía en la que pocos ven futuro. Una comarca de 16 municipios, 54 localidades y 1.500 habitantes de los que, cerca de la mitad, viven en San Pedro Manrique, capital de la comarca y famosa por el salto sobre las brasas cada noche de San Juan.
Pero, como le gusta decir al presidente de Caja Rural de Soria, empresario en la zona y 'alma mater' de la resurrección de esta villa, Carlos Martínez, «la mala gestión no es la que sale mal sino aquella que no intentas».
Solo con esta mentalidad se entiende que en 1968, las últimas expropiaciones forzosas para repoblar con pinos cerraran las últimas casas y la naturaleza hicera su trabajo. La ruina borró el pueblo. Con el pasar de los años, dueños y herederos crean la asociación Antiguos Moradores y van creando un fondo común de rehabilitación a 100.000 pesetas por cabeza. «Puso dinero hasta el cura de San Pedro Manrique. Sumaron 70 millones de pesetas y se amplió al doble», resume el responsable de Inmuebles de Caja Rural de Soria, Javier Gracia.
Esta entidad se hizo cargo tras firmar un acuerdo de liberalización con los propietarios. En 1998 nació el nuevo pueblo, una hermosa postal de arquitectura serrana de piedra sobre piedra en la que se reconstruyeron sus 27 casas. El primer gran impulso para recolocarla en el mapa llegó con el empresario de enseñanza de inglés Richard Vaughan que la descubrió en 2001 en un reportaje en TVE.
El pueblo se llenó de miles de alumnos de inglés. Cursos de inmersión total que borraron el castellano de las calles. 'I love Soria. I like Valdelavilla'. El hoy omnipresente 'método Vaughan' empezó entre sus pétreas paredes.
De esta forma, su centro turístico se convirtió en un pequeño 'corazón' que bombeaba actividad y vida económica al resto de pueblos de la comarca. El empujón que supuso la presencia constante de Vaughan y sus alumnos llegados de todo el mundo, dio nuevos aires a un escenario que se convirtió después en referencia para la celebración de actividades sociales y familiares. Desde bodas en paisaje idílico a cumbres y reuniones de empresa.
Hace tres años, la productora de televisión Contubernio comenzó a buscar sede para un serial que quería reflejar, con mucho humor, la vuelta atrás de los hijos de aquella generación que dejó morir lugares como Valdelavilla.
No era la primera vez que Tierras Altas de Soria aspiraba a ser un plató. Allí se grabaron escenas de 'El Cid' con Charlton Heston (1961). En los años 70 el director Juan Luis Cuerda eligió las poblaciones de Oncala, San Pedro Manrique y Yanguas para grabar 'Total'. También fue escenario de otra película tótem como 'Bienvenido Mister Marshall'.
La elección de Valdelavilla-Penafría como escenario le llevó a su director, Alberto Caballero, a afirmar que «aquí no hay platós». De hecho, a los fans de la serie se les permite deambular por las calles pero no entrar en las casas para no alterar el atrezo.
A la inmejorable campaña de promoción soriana se añadió la presencia constante de casi un centenar de personas durante los meses de grabación de esta primera temporada de 'El pueblo' y de los capítulos de la segunda que ya están pendientes de emisión. Hace unas semanas, la productora confirmó que habrá una tercera temporada, lo que garantiza el altavoz televisivo hasta 2022.
Pero en la zona ya piensan en el día después. Durante estos meses en la Mancomunidad de Tierras Altas han aprovechado nuevas tecnologías como Zoom para la puesta al día su web www.valdelavilla.es. «Se trata de sumar y dar nuevo valor a otros recursos inmateriales como la trashumancia, los acebales, rutas por los pueblos abandonados, como uno de los más bonitos de España (Yanguas)», avanza Cabezón.
Para el mentor de todo, Carlos Martínez, lo de Valdelavilla son «20 o 22 años de una historia de éxito, cuando nadie creía en el turismo rural. Un proyecto que no ha dejado de generar empleo y que demuestra que se puede apostar por la España interior».
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