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Nuestra historia, en mi opinión, nos acompaña siempre. No solo es parte intrínseca de lo que somos o de cómo somos, sino que nos da identidad y afianza nuestras raíces. Y sí, también es parte de nuestro día a día en la acción pública. Para Montejo de Tiermes, la historia tiene un gran peso: el yacimiento de la ciudad celtíbero-romana de Tiermes; nuestras iglesias románicas, atalayas, fraguas, molinos, palomares… son hoy un bien muy preciado para nosotros. Como parte de nuestra historia, cuidamos de todo ello y nos ayuda a que otros nos conozcan.
Es necesario que las personas de fuera del pueblo conozcan la importancia de la historia porque es un libro en el que aprender y comprender. Nuestras tierras están habitadas desde hace miles de años y son una clara muestra de cómo hemos sabido integrarnos en el entorno físico que nos rodea. Y eso es algo que nunca deberíamos perder. Con respecto a esto último, el propio yacimiento de Tiermes, el Camino del Cid o el GR-86 muestran cómo es esta tierra. Los visitantes no solo ayudan al desarrollo económico del municipio, sino que dan esperanza de futuro al medio rural. El sur de Soria es, posiblemente, una de las zonas de Europa sobre las que más ha golpeado la despoblación. Si eso lo vemos así, sin añadir perspectiva, a medida que los habitantes que quedan nos dejen, los pueblos terminarán de despoblarse.
El trabajo que yo realizo no es únicamente mío. Entre todos los que formamos parte del municipio de Montejo de Tiermes hemos ido conservando, rescatando y asumiendo nuevas ideas para el futuro. Acciones como el hermanamiento de Montejo con la ciudad de Valeria, la restauración de fraguas, palomares y lagares, o la conservación de las ermitas e iglesias, han sido fundamentales. Pero también la recuperación y organización de las fiestas tradicionales.
Lo más cercano, en este momento, es la romería tradicional de la Virgen de Tiermes. La ermita románica y la talla de la Virgen reúnen en el yacimiento a numerosas personas.
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En cuanto al apoyo de las instituciones que gestionan el ámbito por encima del municipio lo cierto es que no nos podemos quejar mucho de cómo van las cosas. De hecho, ahora estamos pendientes de unas ayudas europeas que nos van a llegar para el yacimiento y el museo de Tiermes. Sin embargo, la contrapartida es la conexión a internet, algo que debería ser un derecho de cada ciudadano, sin importar el lugar de residencia. En Montejo hay cuatro pedanías que aún no tienen cobertura telefónica. ¿Cómo podemos tomar iniciativas si ni siquiera podemos llegar a desarrollarlas para que otras personas las vean? Eso si es un hándicap.
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