Fuentepinilla: mirada al futuro con la conexión rápida a Internet

Tomás Manrique lleva 12 años, tres mandatos, al frente del Ayuntamiento de Fuentepinilla y sus dos pedanías, Osona y Valderrueda, con 90 habitantes censados de los que viven de manera constante 50 vecinos. No va repetir como candidato a la Alcaldía, porque «da algunas satisfacciones ser alcalde, pero no está en absoluto reconocido».

Pero en esta docena de años al mando, el primer edil se siente muy orgulloso de la gestión, sobre todo en algunas cuestiones como la recuperación de la fuente que da nombre al pueblo. A finales del pasado año, el Consistorio inauguró la nueva fuente de la Peña Redonda, realizada bajo el proyecto de María Luisa Cañizares, y ejecutada por los maestros canteros Florencio y Víctor Casado. «Llevaba 50 años enterrada. Es lo que más satisfacción me ha dado, porque me ha costado mucho trabajo sacarlo adelante y ha quedado una obra de arte impresionante. Alrededor de ella se hace pueblo y armonía», admite Manrique con satisfacción.

Hay más cosas que el alcalde de Fuentepinilla ha solucionado durante sus tres mandatos, como es la recuperación del cauce del río del Ojo de la Torre, durante tres kilómetros y medio. «Me ha tocado pelear mucho con la Confederación Hidrográfica del Duero», apostilla. Y es que «todo el dinero es poco» para invertirlo en un pequeño Ayuntamiento. «Siempre hay cosas que hacer, y nosotros hemos aprovechado cada euro de las ayudas que nos han dado, que son pocas, pero que han servido también para colocar contadores inteligentes, así como para construir un depósito de agua de un manantial para emplear en trabajos agrícolas y no utilizar el agua de consumo humano».

Para el municipio, algo «esencial» en el pueblo es el bar. «Hace unos años que adjudicamos la gestión del bar a una pareja de personas dominicanas, y es lo mejor que hemos podido hacer. Son muy trabajadores, y también les proporcionamos empleo paralelo en el cementerio y en otros lugares, y mantienen la vida en el pueblo, sobre todo en verano».

El colegio y el consultorio médico son los servicios más difíciles de recuperar. El centro educativo se cerró hace veinte años. «Mis hijos fueron los últimos en acudir a él, y la niña que queda en el pueblo tiene que desplazarse a Berlanga de Duero al colegio. El médico que tenemos también es insuficiente», lamenta el regidor soriano. En este sentido, Manrique asegura que «en algún momento la situación de masificación de las grandes ciudades tiene que invertirse y venir la gente a los pueblos donde se vive muy bien, aunque no se pueda tener de todo en todos los municipios, lo importantes es tenerlo más o menos cerca, y cuantos más habitantes, más servicios básicos recuperaremos», afirma.

El alcalde ha dejado todo preparado para la persona que le suceda. «Entre otras cosas, hemos dejado firmada la obra para instaurar la fibra óptica de Internet, y espero poder hacerlo antes de irme. Además, tenemos 14.000 euros de fondos europeos para equipamiento que evite incendios urbanos.», agrega antes de subrayar que el trabajo será «intenso» hasta el último día de mandato, y desear «suerte» a su sucesor.

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