La fiebre micológica inunda los montes de Soria en busca de las primeras setas

Recuerda Vega que «la última gran campaña fue la de 2014, cualquier que fuera al monte encontraba setas casi sin buscar, pero después hasta 2020 la producción ha sido mala, en 2020 hay que recordar que no podíamos salir de casa por el Covid por lo que los hongos que salieron ahí se quedaron, y los últimos dos años ha habido muy muy poco, así que las ganas no pueden ser mayores entre los vecinos y entre los que nos visitan de fuera2.

Montes de Soria ha recibido en los últimos días «cientos de llamadas para sacar el permiso, para informarse de si hay setas o no, y para saber dónde pueden alojarse y comer, porque hacemos una labor informativa muy importante, damos el servicio integral a cualquiera que se ponga en contacto con nosotros, les demos todo lo que nos pregunten en relación a la temporada micológica y después les ofrecemos otras tantas actividades que se desarrollan a lo largo y ancho de la provincia apara que puedan aprovechar su viaje y a la vez distribuir el turismo por toda la provincia con el objetivo de que no se masifiquen algunas zonas».

Micoturistas de Cádiz, País, Vasco, Cataluña, Comunidad Valenciana y por supuesto Madrid, «para esta semana hemos gestionado permisos y pernoctaciones de personas de estos lugares, incluso de algún extranjero».

Entre las variedades que nos podemos encontrar, la mayor floración se ha producido en la seta de chopo, también en boletus en la comarca de Pinares y Tierras Altas, algo de seta de cardo también hay están naciendo los primeros níscalos. Sin embargo, José Antonio Vega, aconseja esperar a la próxima semana «que es cuando la producción será aún mayor, en este momento las floraciones son localizadas en matas muy concretas que conocen y controlan bien los vecinos de los pueblos, saben exactamente dónde han caído las granizadas y cuándo y cuentan 21 días tras la llegada de la fuerte lluvia». Para los menos expertos en la materia, se aconseja tener paciencia, «para el puente del Pilar es cuando habrá mayor afluencia en los montes de Soria, e esperan miles de micoturistas que ya han sacado su permiso y han reservado casa rural con una previsión de completar el cien por cien de los alojamientos de la provincia».

Las temperaturas de estos días están contribuyendo positivamente a las floraciones, «son temperaturas suaves, no deja de llover que eso es lo bueno, la calidad de la seta es buena, no obstante hay que decir que en algunos lugares en los que no se ha enfiado la tierra todavía sí que aparece el gusano y uno puede encontrar boletus con buena pinta por fuera que al cortarlos están completamente agusanados y eso ocurre porque son los primeros con temperaturas todavía altas».

Otra cuestión que hay que tener en cuenta antes de salir al monte «y que no todo el mundo repara en ella ni se acuerda» es que el ácaro rojo está por todos los sitios, sobre todo en los montes de un nivel más alto. «En la sierra Cebollera hay mucho ácaro rojo que pica y salen grandes ronchas, te lo llevas a casa y cuesta solarlo, hay que ponerse unas buenas botas y buen pantalón y no dejar ninguna parte del cuerpo al aire para que no entren, y por supuesto lavar la ropa al llegar a casa».

Es esencial sacar nuestro permiso micológico, o bien en la página web de Montes de Soria para el mayor acotado micológico de la provincia, el que más hectáreas alberga, o sino en los ayuntamientos propietarios de los bosques donde queramos recolectar. «Y siempre llevar cesta de mimbre o barquilla, nunca bolsas de plásticos que están prohibidas porque no dejan caer las esporas de los hongos e impiden que se reproduzcan. La navaja también es esencial porque, aunque el boletus hay que arrancarlo de raíz, los níscalos por ejemplo hay que cortarlos y dejar el pie en la tierra».

Y el último consejo que nos aporta José Antonio Vega, «no perder de vista demasiado el coche o las referencias para no perdernos cuando vamos a un monte que no conocemos, recuerdo que no hay cobertura en gran parte de las zonas de recolección, así que es necesario tener cuidado, tanto cuidado como coger solamente las especies que conozcamos, sea una o cincuenta, no hay que arriesgarse a tocar o cocinar las setas desconocidas porque como siempre decimos, todas las setas son comestibles 'al menos una vez' porque hay riesgo de fallecimiento por intoxicación. Tampoco hacemos ningún favor al monte llevándonos setas que no controlamos, o arrancándolas por mero placer y dejándolas ahí tiradas como si hubiera pasado un tornado, el secreto de una buena recolección comienza por respetar el monte».