Continúa sin éxito la búsqueda del joven ahogado en el pantano de La Cuerda del Pozo

Pese a los impedimentos, Latorre explica que «estamos obligados a buscarlo, además la familia lo demanda, trataremos de reflotarlo, y las labores continuarán algunos días mal si antes no lo encontramos. En último término, habrá que esperar a que salga a la superficie».

Los buceadores han estado hablando con los testigos, «llegaron el martes por la noche procedentes de Valladolid y se quedaron a dormir en Abejar, lo primero que han hecho por la mañana es entrevistarse con los testigos para tratar de delimitar el punto de desaparición. A diferencia del último ahogamiento que vivimos hace unas semanas en el río Duero en la capital, donde sí había un vídeo de dónde y cómo se produjo el accidente, en esta ocasión hay muy pocas pistas, se sabe que estarían a 500 metros aproximadamente de la orilla, pero poco más».

Los buzos han comenzado realizando búsquedas circulares. La técnica empleada es el fondeo de una boya y se realizan búsquedas en círculo, ampliando estos círculos progresivamente. «Si este método no funcionase utilizarían una segunda técnica de cuadrículas, acotando diferentes zonas. Se lanzan filieres, que son cabos lastrados, dibujando cuadrículas en el fondo, para saber dónde se ha buscado ya»

Advierte Miguel Latorre del peligro de bañarse en los pantanos si no se conoce cada uno de los rincones, «además de la nula visibilidad. que provoca no saber hacia qué dirección nadar para salir a la superficie, las corrientes arrastran a los bañistas hacia el fondo. Hay que recordar que este año llevamos casi 500 ahogados en toda España, en pantanos, ríos, playas y piscinas».

Comprende el subdelegado «las ganas de divertirse, de alquilar un hidropedal como hicieron los jóvenes de Tudela, pero antes de hacerlo hay que pensar en el riesgo que alberga la profundidad del pantano, y que es mejor no tirarnos al agua si no conocemos lo que puede haber debajo. Las corrientes son terribles. Además en este caso, la personas ahogada sabía nadar pero mal, su novia ni sabía nadar por lo que no pudo auxiliarlo más allá de acercar la barca».

La última vez que ocurrieron hechos similares en esta zona del pantano fue el 6 de agosto de 2017 cuando un vecino de Soria, natural de Gambia, de 22 años, se sumergió en el agua desde un patín acuático de alquiler y se hundió. Su cuerpo fue encontrado en la mañana del día 10 de agosto.

Con anterioridad, en 2012, un ciudadano uruguayo, vecino de Burgos, desapareció también cuando nadaba en torno a un patín acuático. Su cuerpo fue encontrado el día 25 de agosto cuando su desaparición se había producido el día 23.

Con el joven navarro ya son dos personas las ahogadas este verano en la provincia, la otra hace unas semanas en el río Duero.