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Una de las puertas del recinto amurallado.

Almazán: Una muralla árabe reconstruida por cristianos

Especial Municipalismo. El patrimonio de Castilla y León ·

El municipio, de indudable valor patrimonial, se extiende en la margen izquierda del Duero

el norte

Jueves, 2 de julio 2020, 11:42

La Villa de Almazán, situada a 32 kilómetros de la capital soriana, es uno de los lugares más turísticos de la provincia, porque ofrece un impresionante patrimonio histórico artístico. El casco antiguo del municipio adnamantino se extiende en la margen izquierda del río Duero, ascendiendo por una pequeña colina que culmina en el cerro del Cinto, desde donde se divisa una excelente panorámica.

De la primitiva muralla árabe, que dio nombre a la villa, tan solo quedan algunos cimientos. Los restos que se conservan pertenecen a época posterior, construidos ya bajo dominio cristiano, en el siglo XII.

El rollo de las monjas

En la actualidad quedan en pie tres de las cuatro puertas: la de Herreros, la del Mercado y la de la Villa. Se abren en dos arcos ojivales y están flanqueadas por dos gruesos torreones. Algunos tramos están muy bien conservados, sobre todo en el noroeste, donde se levanta el llamado 'rollo de las Monjas', un torreón cilíndrico rematado con matacanes.

La iglesia de San Miguel de Almazán es monumento nacional desde 1931. Construida en la segunda mitad del siglo XII, es de estilo románico con marcada influencia mudéjar. Destaca su ábside decorado al exterior con una original cornisa y, sobre todo, la espléndida bóveda, única en el románico soriano. En el interior un magnífico bajorrelieve del degollamiento de santo Tomás de Canterbury.

Arriba, Plaza Mayor de Almazán: la iglesia de San Miguel y el Ayuntamiento; y abajo a la derecha, postigo restaurado de la muralla de Almazán.
Imagen principal - Arriba, Plaza Mayor de Almazán: la iglesia de San Miguel y el Ayuntamiento; y abajo a la derecha, postigo restaurado de la muralla de Almazán.
Imagen secundaria 1 - Arriba, Plaza Mayor de Almazán: la iglesia de San Miguel y el Ayuntamiento; y abajo a la derecha, postigo restaurado de la muralla de Almazán.
Imagen secundaria 2 - Arriba, Plaza Mayor de Almazán: la iglesia de San Miguel y el Ayuntamiento; y abajo a la derecha, postigo restaurado de la muralla de Almazán.

Hablar del patrimonio de Almazán es hablar del Palacio de los Hurtado de Mendoza, de estilo gótico-renacentista, con dos fases de construcción, la primera gótica, del XV. Se conserva la fachada norte con una elegante galería gótico-isabelina. En el siglo XVI se construyó la fachada principal, de estilo renacentista. Sobria, sin apenas decoración, como corresponde a los cánones herrerianos. En el interior destacan el patio y los laboriosos artesonados del techo.

La iglesia de San Vicente, el templo más antiguo del municipio, es tras su restauración el Aula de Cultura

No obstante, la Iglesia de San Vicente es el templo más antiguo de la villa. Levantada hacia la mitad del s. XII, presenta tres naves y es extremadamente sencilla, de sobria y tosca decoración. Tiene un interesante ábside con modillones de volados cilindros y semicolumnas con capitales de decoración vegetal. En la actualidad se ha restaurado y convertido en Aula de Cultura Municipal.

El Convento de La Merced de la villa tiene su origen en el siglo XVIII, perteneciendo a la orden de los Mercenarios. De él se conservan en la actualidad algunos restos, como la fachada barroca, con la puerta enmarcada por dos columnas toscanas y rematadas por el escudo de la orden. Allí murió en 1648 Tirso de Molina, miembro de la misma.

El más ilustre hijo de la villa de Almazán es el jesuita Diego Lainez, que nació en 1512. Fue uno de los fundadores de la Compañía de Jesús. Participó en el Concilio de Trento y tal fue su influencia que cuando se ponía enfermo se suspendía la sesión conciliar. Fue propuesto para Papa pero rechazó el cargo. Muere en 1556 en Roma.

Qué visitar

  • Patromonio glesia de San Miguel, templo románico de la segunda parte del siglo XII

  • Más patrimonio palacio de los Hurtado de Mendoza, iglesia de San Vicente, convento de la Merced.

  • De interés El jesuita Diego Lainez, nacido en Almazán en 1512, fue uno de los fundadores de la Compañía de Jesús. Participó en el Concilio de Trento y tal fue su influencia que cuando se ponía enfermo se suspendía la sesión conciliar.

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