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Isabel G. Villarroel
Jueves, 4 de febrero 2016, 18:31
Todos los sorianos se echan a la calle cada año en este día a merendar pan, chorizo y huevo en compañía de amigos y familiares. Es el inicio del carnaval soriano que ya no destaca por sus disfraces, ni por grandes actividades o importantes eventos. Los Carnavales de Soria comienzan con una arraigada tradición, el Jueves Lardero. Un año más, miles de sorianos salen a merendar fuera de casa, otros cientos lo celebran al calor del hogar. Hace días que los bares y restaurantes de la capital muestran en sus escaparates ofertas de baratos menús para cuadrillas donde no falta el lomo, el chorizo y el huevo.
El chorizo, pan y huevo del Jueves Lardero suele ir acompañado con torreznillos sorianos, panceta adobada y curada que se fríe con abundante aceite hasta que rompe la corteza. Los más jóvenes realizan la merendola en el campo, a pesar de las bajísimas temperaturas que se dan por estas fechas en Soria, pero en Soria cualquier excusa es buena para reunir a sus vecinos.
Hace años que ya el Carnaval ha perdido su ambiente festivo en Soria y ha quedado como relegado a un pobre programa de actividades dirigidas a los más pequeños con espectáculos infantiles, concursos de disfraces con baja participación y apenas una discomóvil en la plaza céntrica de la capital.
Sin embargo las fiestas carnavalescas de las zonas rurales suelen tener un sabor distinto todavía en estos tiempos que corren. Ejemplos bien claros son las antiguas Misas Sacrílegas de Cabrejas, donde se hacía pública la mofa del cura del lugar. O en Abejar, donde las vacas corrían a curas, alcaldes, o comandantes de la benemérita, para regocijo de los chicos. Sin duda la tradición carnavalesca más conocida y recordada entre los mayores en Soria es La Gallofa'. Almarza o Calatañazor recogían cánticos entre sus vecinos mientras daban muerte al gallo. Este rito del ajusticiamiento del gallo se llevaba a cabo por escolares generalmente. En Muriel de la Fuente se llevaba un zorro muerto atado a un palo, en Duruelo de la Sierra era costumbre coger gatos para la merienda. Murgas, charlotadas y chirigotas se cantaban en Ólvega. Chistes soeces se decían en Renieblas. Estos rituales iban acompañados de personas disfrazadas de vaquillas y a menudo también de toros de fuego construidos en madera.
En Soria el Jueves Lardero es el día elegido para reunirse, pero en algunos municipios como Monteagudo de las Vicarías, los chicos merienda en el campo y comen unos postres típicos denominados piñas elaborados con masa de harina y miel. En Arcos de Jalón el pan típico para esta jornada denominada también día de la merendilla se llama mollete. Lo mismo .ocurre en Santa María de Huerta, donde el mollete se acompaña de rosquillos y bolillas que se asemejan a las piñas de Monteagudo. Este día siempre es el jueves antes del miércoles de ceniza, está relacionado con los 40 días de ayuno de antes de Semana Santa.
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