Isabel G. Villarroel
Martes, 14 de julio 2015, 10:30
«Ante la imposibilidad de no poder expresarnos internamente, como hubiera sido nuestro deseo, y dado el expuesto deterioro progresivo de nuestro partido en Soria, los firmantes de este manifiesto, afiliados y cargos públicos, solicitan la dimisión en pleno de la dirección del Partido Popular de Soria y la creación de una gestora provincial que dirija y coordine el partido hasta la celebración del próximo congreso provincial». Es parte del manifiesto que están recibiendo la totalidad de los alcaldes del PP en Soria y que muchos ya han firmado tras el silencio de la presidenta del partido María del Mar Angulo ante la petición de su dimisión que recorre la provincia de norte a sur y de este a oeste.
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Constantino de Pablo es alcalde de Langa de Duero desde hace 28 años y apoya el manifiesto, «lo apoyan todos los de mi zona, estas palabas las compartimos todos y solo faltaba publicarlo y decirlo, la directiva tiene que reflexionar y ver qué se puede hacer por el bien del partido y de su prestigio personal, la solución es una gestora que nombre Valladolid».
«Es necesario un cambio de rumbo que no parece posible con una dirección que no ha sabido preparar el reto electoral y que ha resultado la pérdida de las alcaldías en municipios representativos como Berlanga de Duero, San Pedro Manrique, San Esteba de Gormaz, Covaleda, Duruelo, y la propia Diputación después de 30 años». Son párrafos de un texto que la alcaldesa de Almarza y diputada en la institución provincial, también portavoz del PP en la Diputación Ascensión Pérez, suscribe «es necesario que se convoque una junta directiva porque hay mucha decepción en el partido, las cosas no se están haciendo bien y no se está reconociendo el trabajo de los alcaldes que han vuelto a ganar la confianza de sus vecinos».
La demanda de los afiliados de Soria resulta sorda a oídos de María del Mar Angulo, según alcaldes como María José Jiménez de Garray, Fidel Soria de Cabrejas del Pinar, la formación de Almazán con Montse Torres a la cabeza o Jesús Elvira de San Leonardo de Yagüe. Felipe Utrilla, primer edil de Medinaceli, insiste en que «nos siguen sin dar explicaciones a los alcaldes de lo que ha ocurrido, en la zona de Almazán impusieron a los diputados que han pasado a la Diputación sin posibilidad de votar, no se premió a quien había hecho bien su trabajo sino todo lo contrario».
Miguel Bonilla, alcalde de Molinos de Duero, explica que «nos estamos viendo obligados a la desaparición si la cúpula no cambia, tiene que dar un paso atrás y facilitar que entren nuevas personas de cara a las elecciones generales que prevemos que van a ser una catástrofe». Pedro Pascual, de Amaluez, puntualiza que «me siento frustado y engañado, no podemos opinar dentro del partido».
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Los alcaldes solicitan un cambio al frente del timón popular y la convocatoria de una Junta Gestora hasta que se celebre un Congreso Provincial. Un comunicado del partido calificaba estas declaraciones como opiniones «que responden a intereses personales», si bien es cierto que ningún alcalde ha querido apoyar públicamente la gestión de la directiva actual.
«Estamos y vamos a seguir estando, porque así nos lo piden los órganos superiores y los militantes, y lo demás son enfados puntuales, son palabras duras las que indican la destitución de toda la junta directiva, pero hay que escucharlas». María del Mar Angulo responde así a la situación de fractura que vive el partido. La presidenta reitera que «nunca ha habido tanta democracia y capacidad de hablar en el partido, porque así me comprometí en 2008 y así me lo ratificaron los militantes en 2013 con un 95 por ciento de los votos».
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No le han pedido explicación sus superiores en Valladolid, dice Angulo, porque «he revalidado los tres procuradores y yo también he ganado unas elecciones autonómicas, se han perdido muchos votos en la provincia, pero también se han perdido en la Comunidad, el análisis crítico se sigue haciendo». En este sentido Angulo ha anunciado una renovación de la estructura del partido en breve, «con personas que han mostrado su disposición a formar parte de la cúpula y que se lo merecen por su trabajo, frente a otros que van con la piqueta intentando arruinar el trabajo de todos. Hablando mal de la familia no se consigue ningún avance y ningún resultado».
Promete la presidenta una reunión de trabajo próximamente con todos los alcaldes y concejales de la provincia sin exclusión para continuar trabajando, «la vía del dedazo y que nos formen una junta gestora no es lo democrático, y es lo que no entenderían los militantes».
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