Los vendimiadores recogen la uva en Fuentenebro. nacho rincón
Ribera del Duero

La singularidad de los viñedos situados sobre antiguas minas de mica

Están a 1.100 metros de altitud y con el paso de los años se ha demostrado que «son un acierto» ante la situación de cambio climático

Viernes, 14 de octubre 2022, 00:06

Un viñedo a 1.100 metros de altura sobre unos terrenos donde se esconde un subsuelo en el que moraron unas antiguas minas de mica. Esta peculiar ubicación para la plantación de viñedo se sitúa en la localidad burgalesa de Fuentenebro, un lugar que presenta una altitud y unos suelos que dotan de unas características y mineralidad especiales a la viña y el vino.

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El viticultor Miguel Otero, impulsor de esta plantación, recuerda sus inicios con incertidumbre, ya que por aquel entonces no existían en Ribera del Duero viñedos a esa altitud. En su día fue una auténtica aventura, que se ha ido confirmando como «un acierto» según han ido pasando los años y ha irrumpido el cambio climático. Un hecho que ha llevado a que los viñedos en altura sean una práctica al alza.

Una apuesta

«En su momento fue toda una apuesta, pero ahora con el cambio climático se ha demostrado que la ubicación en altura va muy bien, a la hora de hacerse la uva tiene un ciclo más largo. La maduración es más lenta y eso ahora es un valor al alza», detalla.

Estos días el viticultor está concluyendo sus trabajos de vendimia en unos viñedos certificados en ecológico levantados sobre un suelo que alerta de una composición que se sale de lo normal. «La composición geológica es otra de las peculiaridades del lugar en el que nos encontramos. Justo debajo de este viñedo estaban las antiguas minas de Aguacae, especialmente de mica, aunque también había cuarzo y feldespato. Solo hay dos lugares en España donde se da ese mineral, la mica. Por lo tanto, estamos hablando de un caso único, que da una personalidad propia al lugar», añade el viticultor Nacho Rincón, quien acompañado de su dron deja constancia de los colores y los matices de un suelo que se sale de lo habitual, la altura y los minerales aportan un color muy característico, arcilloso rojizo.

«La mineralidad que aportan estos terrenos a la uva y al vino es única», añade. La mica es un silicato de alúmina, hierro, calcio, magnesio, que se caracteriza por tener unas láminas flexibles, elásticas y muy brillantes. Con el actual viñedo en la retina cuesta imaginar cómo era aquella explotación minera. Algo que forma parte de la historia de Fuentenebro, aunque es un asunto muy desconocido para el público en general.

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Durante años el pueblo fue una fuente de extracción de mineral. Allí se explotaron en los años 60 esos montes llenos de mica, cuarzo y feldespato. En la actualidad, solo quedan las huellas del trabajo realizado por los mineros en las montañas, en las explotaciones a cielo abierto y un túnel subterráneo. En el suelo, incluso, se aprecian a día de hoy los retos de mineral que brilla cuando impacta el sol.

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