Las lluvias detienen la siega, aunque de manera desigual

«En zonas como la mía, Madrigal de las Altas Torres, empezó a llover el martes por la tarde y paró el miércoles. Espero que a lo largo del jueves podamos volver a cosechar». Observa mayores complicaciones en otras zonas. «En pueblos del sur de Salamanca han caído entre 25 y 30 litros, y en Zamora hay zonas de hasta 40 litros, ahí sí que se puede retrasar la siega hasta una semana». El problema surge cuando el suelo guarda la humedad y, si la planta no se seca por la parte de abajo, la cosechadora no corta. En la actualidad se está cosechando la cebada, mientras que a los primeros trigos todavía les faltan aún unos diez días, por lo que este agua, siempre que no llegue en forma de granizo, es bien recibida.

También en cultivos como el girasol se agradece la lluvia en estos momentos, mientras en el regadío se apela al refrán 'Agua de cielo no quita riego'.

Los servicios técnicos de COAG indican en esta época del año «el agua en el cereal, salvo que esté muy atrasado, casi no le hace nada, a parte de parar la siega donde haya comenzado».

En el caso de los forrajes «si los ha pillado segados y tendidos, el agua es perjudicial; para los girasoles, remolacha y maíz, cae muy bien, mientras solo sea agua», indican estas mismas fuentes, «lo malo es que es muy fácil que en esta época las tormentas no traigan solo agua, y eso si que es malo».

El pedrisco caído hace casi tres semanas ha causado daños que superan los 10,2 millones de euros en la región. Más de 57.000 hectáreas aseguradas han sufrido siniestro, según Agroseguro