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Preparando la tierra para sembrar trigo en La Moraña, esta semana. S. G.

Las lluvias animan labores y siembras, aunque llegan de manera desigual al campo

De momento, el agua no ha parado los arranques de remolacha y sigue entrando raíz en las fábricas

Silvia G. Rojo

Viernes, 20 de octubre 2023, 00:22

Las lluvias de los últimos días han devuelto cierta alegría al campo. En plena época de sementera, la humedad permitirá una buena preparación de la tierra y que en aquellas parcelas donde ya se han sembrado colzas o se está a la espera de sembrar el cereal de invierno, haya una buena evolución.

Mateo Muñoz, agricultor asentado en la localidad vallisoletana de Cigales, señala que «ha sido a partir de la madrugada del jueves cuando ha llovido, el miércoles no lo hizo, pero es un agua muy agradecida». Calcula unos 22 litros hasta el momento, aunque habrá que ver los pluviómetros después de las últimas horas. «Ese agua ya nos garantiza la sementera de noviembre, que nazcan bien los trigos y las cebadas y que, además, se puedan hacer bien las labores», señala.

Reconoce que los agricultores «estábamos esperando a que lloviera, porque si no tiene agua suficiente la semilla germina pero se puede secar el grano». Sobre el regadío apunta que en el caso de las patatas «la campaña está muy avanzada y para la remolacha viene bien».

En la provincia de Zamora, Felipe Luis Codesal, declara que el agua que ha caído en su zona «viene perfecta para las labores y para sembrar». Hace 15 días, en este mismo espacio, explicaba que sin agua no se iba a decidir a sembrar colza. «Sé que voy un poco tarde, pero me voy a arriesgar y a sembrar, todo dependerá de cómo venga el invierno».

En su zona se han recogido hasta 30 litros, de momento, lo que ha provocado que la gente se haya puesto a la faena de manera «exagerada», pues los profesionales apuraban los trabajos a la espera de acontecimientos, y ahora «el agua ha devuelto la actividad al campo», dice. No falta quien está echando abonos o estiércol, para continuar con pastos, forrajes o la siembra del trigo.

Pero en una comunidad tan extensa como la castellano y leonesa, las situaciones son muy dispares. Rubén Melero, agricultor de Boadilla de Rioseco, en la Tierra de Campos palentina, explica que no ha sido hasta ayer cuando ha comenzado a llover un poco más, al menos en su zona. «Hasta ahora no había caído nada, de hecho no ha parado los arranques de remolacha», indica. «Han caído un día dos litros, otro cuatro..., lo que sí ha hecho es mucho aire que en seguida lo seca».

La impresión de Melero, de manera general, es que hasta la fecha «las colzas han nacido muy bien, pero lo que es la sementera del cereal de Castilla está por empezar, prácticamente».

«Seguimos pidiendo agua»

Por su parte, el agricultor y secretario de UPA Ávila, Ventura González, comenta que en esta provincia «seguimos pidiendo agua, como hace 15 días». La madrugada del jueves, «en Madrigal de las Altas Torres se han recogido seis litros, eso es lo que tenemos de estos días, lo único es que no ha salido polvo trabajando». De hecho, muchos agricultores han aprovechado hasta altas horas de la noche ante el anuncio de fuertes precipitaciones en la provincia.

«En un principio hablaban de que iban a caer 38 litros, luego 28 y 24, y de momento, a jueves por la mañana, van seis nada más. Lo que sí ha hecho ha sido mucho aire, así que seguiremos esperando a que llueva». Durante la jornada del jueves, «es verdad que ya lo hizo de manera más continuada».

En cuanto a los pastos, «con el agua de septiembre brotó el campo, pero se cortó porque dejó de llover. Está verde y se mantendrá, pero lo previsible es que ya a estas alturas se meta el frío y corte la otoñada. Pero bueno, este agua viene muy bien para las labores», añade el ganadero Luis Ángel Cabezas, de San Felices de los Gallegos (Salamanca).

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