El embalse vaciado por Iberdrola el verano pasado, al 38% a semanas de la época estival

El representante del sector privado del embalse, Ismael Rodríguez, denuncia que en estos momentos sigue siendo imposible «enganchar alguna de las estructuras náuticas o marinas de distintos clubes fluviales, lo que además está dando lugar a desperfectos y al embarrancamiento de parte de ellas, dejándolas entre las piedras». Esta situación es consecuencia, según opina, «de los descensos del nivel de agua que realiza muy frecuentemente la empresa sin tener en cuenta la economía ni las gentes de los 19 municipios que nos rodean».

El titular actual de la presa de Ricobayo es Iberdrola y desde la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) se recuerda que se construyó «para el aprovechamiento hidroeléctrico de las aguas del río Esla», por lo que el embalse creado tiene como fin la producción de energía eléctrica. En este sentido, los niveles del embalse están definidos por las necesidades del aprovechamiento hidroeléctrico, siempre que Iberdrola respete las condiciones establecidas en la concesión de aguas que tiene para esta finalidad.

De manera más detallada, Ricobayo tiene una capacidad de embalse útil de 1.047,6 hectómetros cúbicos. Las cotas extremas de utilización del embalse son de 684 y 641 metros, tal y como establecen las Normas de Explotación de la presa. A fecha del 30 de abril, el volumen de agua embalsada era de 437,3 hm3, con la cota situada en 664,34 m.

Independientemente de la legalidad de los datos, Rodríguez añade que la parte de la cola de la presa es la que presenta una situación más delicada y en el caso de las actividades náuticas no se han podido botar algunas marinas, lo que se está traduciendo en bajas de los socios de los clubes «cada semana». Según su versión «es imposible bañarse, hay restaurantes cerrados y el turismo va a emigrar, inevitablemente». Valora que la situación es «muy parecida» a la del año anterior «y todo porque se están intentando maximizar los beneficios dejando las cotas mínimas».

Cabe recordar que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Zamora decretó el sobreseimiento y archivo de las diligencias abiertas por el vaciado del embalse de Ricobayo el pasado verano, al entender que los hechos que se recogen en la querella carecen de reproche penal y que no existe indicio alguno de criminalidad en la actuación llevada a cabo por la CHD e Iberdrola.

El auto también se basaba en que tampoco se tenía conocimiento de desabastecimiento de poblaciones por el vaciado del pantano. En el caso de probarse que la bajada del nivel del agua afecta a cosechas o actividades relacionadas con embarcaciones de recreo, el daño sería patrimonial y debe depurarse en la vía administrativa.

Por su parte, Iberdrola aclara que el nivel de un embalse de regulación para uso hidroeléctrico depende de dos factores. En primer lugar, de las aportaciones , que básicamente dependen de las precipitaciones y, en segundo lugar, de las necesidades del sistema eléctrico, que define cuándo se pone en funcionamiento la central hidroeléctrica. «En los años de mayores aportaciones, el nivel en el embalse será mayor y en los años secos, de menor aportación, el nivel se acusará y será menor», insisten fuentes de la empresa.

Por otra parte, entre noviembre y marzo es cuando se embalsa agua y en los meses de abril y mayo es cuando se suele desembalsar, siempre en función del año hidrológico. Según los datos que maneja la empresa, el nivel embalsado por Ricobayo al final del ejercicio pasado fue similar al del anterior, con un 32% frente al 35,1% de 2020.

El alcalde de San Cebrián de Castro, Javier Aguado, reconoció desde el primer momento que la concesionaria, en función de su contrato, «puede hacer lo que quiera, ya que es un embalse regulador», por lo que plantea acciones y soluciones más a largo plazo.

Adelanta el regidor que en los próximos años caducan las concesiones de 250 embalses de todo el país, entre ellos, en 2024, el de Villalcampo, también en la provincia de Zamora. Además, comenta que existe una «deuda histórica» con todos estos pueblos, que «tendrán que abonar y pagar», aunque «después de 75 años de uso, está de sobra amortizado».

La federación nacional a la que representa pide que la luz de los ayuntamientos afectados por los embalses sea gratuita mientras que para el resto de vecinos o empresas haya una bonificación del 50%.

En la actualidad, solo el embalse de Ricobayo genera para los pueblos afectados por la instalación 500.000 euros al año, la mitad para la cabecera y el resto se reparte en función de la superficie anegada, por lo que esos municipios tampoco quieren que pase al Ministerio y se pierdan el Impuesto de Actividades Económicas, aunque sí que apoyan un concurso y negociar las condiciones de adjudicación.