Septiembre será el mes en el que se retomen los viajes del Imserso tras estar paralizados durante más de un año por la pandemia. A pesar de que estas experiencias están reservadas principalmente a las personas mayores, también se ofrece la posibilidad de poder disfrutar de estos viajes a otros grupos de población.
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Estos son personas que mantengan una cierta vinculación con aquellas jubiladas, viudas con más de 55 años o pensionistas no jubilados que lo sean por otros conceptos o sean preceptores de prestaciones o subsidios de desempleo, con 60 años cumplidos.
Así, se entiende que pueden disfrutar de los viajes del Imserso aquellos cónyuges, parejas de hecho o personas con las que se forme una unión estable y de convivencia con análoga relación de afectividad a la conyugal. Los hijos de estas personas que presenten algún tipo de discapacidad con un grado igual o superior al 45%. Deben viajar con los padres y alojarse en la misma habitación o pueden pagar un suplemento para disfrutar de una habitación doble de uso individual.
Cabe destacar que para realizar estos viajes, es necesario que las personas que tanto las personas que disfrutan la plaza como sus acompañantes deben ser totalmente independientes y valerse por sí mismas para hacer las actividades básicas del día a día.
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