Agosto no deja de sorprendernos con fenómenos astronómicos que resultan ser un auténtico regalo para la vista. Con el inicio del octavo mes, se produjo la superluna de Esturión, que alcanzó su máximo esplendor en España a las 22:00 horas. Después, el fenómeno de ... la lluvia de Perseidas o también conocido como lágrimas de San Lorenzo, se convirtió en el gran protagonista de la noche del 12 de agosto, a pesar de que este espectáculo visual comenzó en España a mediados de julio. Para despedir el mes, llega el turno de la conocida como superluna azul, nombre que se utiliza para mencionar la segunda luna llena en un mismo mes, algo que solo ocurre cada dos años y medio.
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El origen del término «Luna Azul» no tiene nada que ver con el color que pueda adoptar la luna, ya que se podrá apreciar en su tono habitual. Para comprender el por qué de este nombre, que procede del inglés 'blue moon', tenemos que remontarnos al siglo XVI, en donde la palabra inglesa hacía referencia a algo que rara vez sucedía. Una de las teorías más convincentes, afirma que la palabra se cogió de la expresión 'belewer moon', traducido como «luna traicionera», ya que esta segunda luna llena 'traicionó' la creencia de que sólo había una al mes. Por este motivo, a la luna azul se la denomina así, para distinguirla de la primera.
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Diego Fernández
Su significado se relaciona con la cultura y la simbología de distintas sociedades y creencias, aunque en la astrología, representa un momento de energía elevada y emociones poderosas las cuales, ofrecen la oportunidad de crecer en lo personal.
Lo especial de los plenilunios en verano es que pueden apreciarse sin problema ya que el cielo suele estar casi siempre despejado. No obstante, en el caso de querer disfrutar de este tipo de fenómenos astronómicos, lo más recomendable es consultar con el servicio metereológico de nuestra localidad. Para este año, la superluna azul llegará a España en su mayor apogeo el 31 de agosto a las 3:36 de la madrugada, aunque se podrá ver desde que se eleve sobre el horizonte coincidiendo con el atardecer del 30 de agosto.
Para poder disfrutar de la superluna azul, no es necesario disponer de telescopio, ya que basta con nuestros propios ojos para contemplar su espectacular iluminación, aunque el uso de prismáticos ayudará a apreciar mejor todos sus detalles. Otro de los aspectos a destacar es que, al igual que con las lágrimas de San Lorenzo, se necesita estar ubicado en un lugar elevado, sin obstáculos y con poca contaminación lumínica. En el caso de Valladolid, lugares como el Parque de las Contiendas, el Pinar de Antequera, el mirador del barrio de Parquesol, o el Centro Astronómico de Tiedra, son idóneos para disfrutar de este tipo de fenómenos.
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