Daniel de Luis
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Daniel de Luis
Catedrático de Endocrinología y Nutrición de la Universidad de Valladolid, cada sábado se asoma a la web de El Norte de Castilla con sus artículos bajo el epígrafe 'Vida sana'.
-Para no engordar, «Menos plato y más zapato«. ¿También para opinar?
-Sin duda, sin duda. Más vale la mesura que la cordura, muchas veces.
-«Consejos vendo que para mi no tengo«. ¿Le ha recriminado algún paciente en la consulta su oponión en El Norte?
-Bueno, sí, porque cada uno puede interpretar la norma a su criterio. Pero para eso estamos.
-«Tripa vacía, corazón sin alegría». ¿El opinador engorda la satisfacción del lector afín?
-Más vale quedarse con un poquito de hambre que comer en exceso.
-Recomienda alimentarse saludablemente. ¿Opina saludablemente?
-Sí. Hay que intentar que en la vida seamos siempre homogéneos en nuestro pensamiento y en la forma de expresarlos.
-«Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un mendigo». La buena opinión, ¿de mañana?
-Hay que leerla por la mañana para aplicarla durante todo el día.
-La última vez que se llevó a la boca una buena columna, ¿la había cocinado usted?
-Pues habitualmente, no. Me gusta más leer a los compañeros de El Norte.
-«Men sana in corpore sano». ¿El colimnista ha de ser un dechado de virtudes?
-Por lo menos, intentarlo.
-¿Un folio en blanco antes de opinar es peor que una dieta estricta?
-Más o menos. Y depende del día, también.
-¿Es más fácil perder kilos de más que los párrafor sobrantes de una columna?
-Depende de lo que nos manden escribir y de la dieta que nos pongan.
-¿Se atreve a vaticinar cómo será de mayor como columnista?
-Ya soy un poquito mayor y espero, al menos, intentar hacerlo bien.
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