Por qué hay que usar las luces del coche incluso de día

Desde 2011 la normativa europea obliga a todos los vehículos a llevar luces de circulación diurna (DRL por su siglas en inglés) que permanecen encendidas mientras el coche se encuentre en funcionamiento. Desde la DGT aclaran que este alumbrado no sustituye a los demás (luces de cruce, luces de carretera, luces antiniebla) y que además del DRL, según las circunstancias, se debe utilizar otros tipo de luces incluso aunque no sea de noche. Es más, si el vehículo no dispone de las luces reglamentarias debería llevar las de cruce de manera permanente. Aunque este punto es tan solo una recomendación.

Todas las recomendaciones sobre el uso del alumbrado de los vehículos se basa en dos premisas. Las luces están para que el conductor vea pero también para ser visto que es una de las principales precauciones que hay que tomar a la hora de evitar accidentes. Se trata de que los demás usuarios de la vía puedan ver los vehículos con suficiente antelación, da igual si son otros coches, peatones, cilistas, etc. Según la DGT utilizar las luces de día en invierno reduce un 10% los fallecidos en accidentes de tráfico.

La DGT sustenta esta recomendación en un estudio de Departamento de Seguridad Pasiva del IDIADA, que afirma que durante el día un coche con faros DRL o con las luces de cruce , permite que se detecte a 240 m sin importar su color.

Sin la iluminación correspondiente por la mañana un coche blanco se verá a 160 metros, uno gris a 120 y uno negro solo a 70. Y por la tarde esto se acusa notablemente: un coche oscuro únicamente se detectará a 30 metros lo cual reduce drásticamente el timpo que tiene un conducctor para reaccionar a un imprevisto.

Pero la normativa prevé varios casos en los que el uso de la iluminación del vehículo es obligatoria aunque sea de día y puede conllevar saciones.

Además, las motocicletas siempre deben llevar encendidas las luces de cruce durante el día y más allá de los mencionados supuestos.

Las luces antiniebla delanteras no son obligatorias, las traseras sí, por lo que siempre se encuentran incluidas de serie en los vehículos. Las delanteras se deben encender con niebla no muy densa o ante grandes precipitaciones (lluvia o nieve intensas. Los traseros se deben encender en caso de niebla muy densa para no deslumbrar a los coches que circulen detrás. Por último, los faros antiniebla solo deben encenderse con niebla o por ejemplo ante una copiosa lluvia o nevada (delanteros), mientras que los traseros únicamente se han de activar en situaciones de niebla muy densa, pues pueden si no deslumbrar a los vehículos que circulan detrás.

La excepción son las carreteras estrechas (calzadas de menos de 6,50 metros de ancho) y que tengan un número elevado de curvas consecutivas, también se recomienda usar las antiniebla delanteras.

El no usar de manera adecuada el alumbrado se puede traducir en una multa económica. Si no se cumplen estos supuestos el conductor puede ser sancionado con 200 euros (100 con pronto pago).