Trucos y curiosidades

Tres usos alternativos al bicarbonato de sodio

Las esponjas con el paso del tiempo se deterioran y no solo pierden la capacidad de absorción, sino que también se impregnan de malos olores al utilizarse a diario, principalmente en el baño y la cocina.

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No obstante, el bicarbonato puede solucionar a este problema, aunque para ello es necesario utilizar aproximadamente un litro de agua -todo depende del tamaño de la esponja- y cuatro cucharadas de este compuesto químico. Una vez enjuagada, notarás como desaparece el mal olor, aunque eso sí, no se trata de un método milagroso y con el paso del tiempo la mejor opción es adquirir una nueva esponja.

A pesar de limpiar las sartenes, cubiertos, platos... en el lavavajillas, en ocasiones se quedan restos pegados muy difíciles de quitar. Gracias al bicarbonato, es posible eliminar la suciedad de nuestra vajilla. Para ello, simplemente tenemos que añadir dos o tres cucharadas de bicarbonato y lavarlos con un estropajo mojado en agua. En el siguiente enlace, te mostramos este método aplicado a las sartenes.

El café deja mucho olor en las tazas al igual que manchas con el paso del tiempo que, por mucho que se laven en el lavavajillas o a mano, son muy difíciles de quitar, al igual que ocurre con el propio recipiente de la cafetera. Esto se puede eliminar fácilmente con un cuarto de taza de bicarbonato de sodio y un litro de agua caliente. En este caso, se debe dejar que el producto actúe durante toda la noche y limpiarlo al otro día con una esponja suave.