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Para qué sirve la válvula del neumático del coche y cuándo se debe cambiar

Las válvulas de los neumáticos son las responsables de mantener la presión del aire en el interior, por lo que son importantes para el funcionamiento del vehículo. Cuando la válvula no cumple adecuadamente su función, el aire puede escapar al exterior, lo que provoca una pérdida de presión y compromete la seguridad en la carretera.

Por lo tanto, una válvula consta de diversas partes con funciones específicas. El vástago (elemento ubicado en la rueda) permite inflar el neumático y contiene un núcleo de válvula, el cual incluye un resorte que se utiliza para sellarla mediante la presión del aire en su interior.

Una válvula dañada habitualmente sufre dobleces y deformaciones, lo cual puede provocar la pérdida de hermeticidad en el neumático. Esto se refleja en una disminución de la presión de entre 0,2 y 0,7 bares por semana, tal y como recogen en las informaciones del blog 'Motor Mapfre'.

«Viajar con una presión demasiado baja hará que aumente la distancia de frenado en un 20% en superficies mojadas, pudiendo provocar daños graves y accidentes por pérdida de control», afirman desde el blog de la compañía aseguradora. «En algunos casos, la rueda puede llegar a explotar mientras conduces con las consecuencias que esto implica». Por otra parte, esto puede causar que la estructura de la rueda se altere, desgastando la suspensión, los neumáticos y el freno.

Como la mayoría de los elementos del automóvil, las válvulas de los neumáticos se desgastan con el paso del tiempo. Por ello, es importante reemplazarlas cada vez que se realice el cambio de neumáticos o reparación de llantas. Además, desde el blog 'Motor Mapfre', recomiendan realizar el cambio dos veces al año: entre verano e invierno y viceversa. Además, es preciso tener en cuenta el material con el que se han fabricado. Si las válvulas son de plástico, es recomendable cambiarlas cada seis meses. «En caso de que sean metálicas, pueden durar dos temporadas sin problemas».

Reemplazar la válvula del neumático es un procedimiento simple y económico. En un taller especializado, este servicio tiene un coste que oscila entre 15 y 30 euros, dependiendo del modelo de tu vehículo. «Por otro lado, es una tarea tan fácil que puedes hacerla tú mismo sin dificultad y con un costo aproximado de 5 euros», concluyen desde Mapfre.