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El 'efecto rebote' puede presentar un peligro al volante en determinadas situaciones. AFP
DGT

Por qué tomar café antes de un viaje puede no ser buena idea

El consumo de esta bebida para evitar el cansancio antes de realizar un trayecto podría dar lugar al «efecto rebote»

Ignacio Repilado

Valladolid

Viernes, 12 de abril 2024, 14:52

En determinadas situaciones, ya sea por obligación o por disfrute, es inevitable pasar extensos periodos de tiempo viajando largas distancias en un vehículo. Esta condición conlleva el riesgo de que los conductores experimenten cansancio o fatiga al volante, un factor que puede resultar en ... distracciones o incluso somnolencia, incrementando significativamente el riesgo de sufrir un accidente grave.

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De entre los «remedios» que se pueden emplear para aminorar el efecto de la fatiga al volante, el consumo de bebidas estimulantes como el café o las energéticas no es aconsejable. Estos líquidos realmente no ayudan a combatir el cansancio, sino que lo «encubren» o camuflan de tal forma que, una vez pasado su efecto sobre el conductor, suele aparecer la somnolencia y el cansancio de forma repentina. «Esto suele pillar al conductor desprevenido y las consecuencias pueden ser nefastas», matizan desde el blog 'Motor Mapfre'. Este es un claro ejemplo de lo que se denomina como 'efecto rebote'.

Es esencial garantizar un adecuado descanso antes de manejar un vehículo. La fatiga es la causa de, al menos, un 20 o 30% de los accidentes. «Por ello, es muy importante estar atentos a las señales que nos envía nuestro cuerpo para mantener la concentración necesaria al conducir, ya sea en trayectos cotidianos o en viajes más largos», tal y como afirman desde Mapfre.

Algunas de las señales propias de la fatiga al volante son:

  • Calambres musculares.

  • Dolor de espalda.

  • Toma de decisiones más lenta.

  • Necesidad de moverse en el asiento.

  • Pérdida de concentración.

  • Somnolencia.

  • Visión borrosa.

La fatiga y el sueño afectan peligrosamente a la conducción

La falta de sueño puede desencadenar el temido 'efecto rebote', que, en los casos más graves, resulta en somnolencia al volante, representando un riesgo significativo para el conductor y los demás usuarios en la carretera. Por ello, la principal recomendación de Mapfre es «que los conductores se aseguren de estar completamente descansados antes de conducir, lo que garantiza una atención adecuada y una capacidad de reacción óptima ante cualquier situación de peligro en la carretera».

En todo caso, identificar algunos de los síntomas anteriormente mencionados es un ejercicio esencial a tener en cuenta por el conductor. Iniciar el viaje descansado y habiendo dormido al menos 7 horas es fundamental. Además, en la medida de lo posible, los expertos recomiendan evitar viajar inmediatamente después de la jornada laboral.

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