Tener un American Bully XL ya es delito en Reino Unido

Malas noticias para aquellos amantes de los perros American Bully XL que residen en Reino Unido. Desde el 1 de febrero, tener esta raza es un delito, después de que la nueva ley sobre perros peligrosos, aprobada a finales de 2023, haya entrado a vigor este mismo miércoles. Según marca la directriz, el hecho de tener un perro de la raza American Bully XL sin exención será considerado como un delito, lo que significa que si los dueños no tienen la licencia correspondiente, las autoridades podrán confiscarles el animal y posteriormente será sacrificado.

Esta contundente medida por parte del gobierno de Rishi Sunak ha sido tomada después de que en los últimos meses saliesen a la luz varios ataques de estos perros, incluidos la muerte de un hombre en la localidad de Walsall en septiembre y, en ese mismo mes, el ataque a una niña en Birmingham que le produjo numerosas lesiones y graves heridas. Rishi Sunak argumentó en una rueda de prensa posterior a la aprobación para llevar a cabo esta ley que el American Bully XL «representa un peligro para las comunidades, especialmente para los niños» e insistió en varias ocasiones en que los ataques no se trataban de incidentes aislados sino de un patrón de comportamiento.

Las asociaciones animalistas de Reino Unido rechazaron de inmediato esta medida y la propia Asociación Británica de veterinarios se opuso a la ley y pidió que su aplicación se retrasase. Además, también emitieron un comunicado en donde alertaban de que la prohibición generaría «desafíos éticos y psicológicos», incluyendo tomas de decisiones en torno a lo que denominan como eutanasia. De hecho, el gobierno compensará con unos 230 euros (196 libras) a aquellos dueños que, al no poder permitirse pagar la licencia y veterinarios, decidan sacrificar al perro.

Desde Escocia, también han lamentado esta decisión y la Coalición para el Control de Perros de dicho país afirmó que «es fundamental que cualquier política diseñada para proteger la seguridad pública se base en evidencia sólida« informando también de estar «profundamente preocupados por la falta de datos detrás de esta decisión política en Escocia y su potencial para prevenir incidentes de mordeduras de perros» argumentando que «todavía no hay una comprensión clara de cuántas decenas de miles de perros podrían verse afectados por esta prohibición en todo el Reino Unido».

Sin embargo, a partir de ahora, aquellos dueños de un American Bully XL que residan en Reino Unido necesitan conseguir la exención para evitar el sacrificio del perro. Para ello, los propietarios deben contratar un seguro de responsabilidad civil con daños a terceros. Estos cubren los gastos en caso de que el animal ataque a otros perros, personas o dañe objetos personales. Además, tendrán que abonar una tasa de 90 libras, algo más de 100 euros, llevar un microchip y estar castrado. También será obligatorio que estos vayan siempre atados fuera de sus casas además de llevar bozal.

El American Bully XL es una raza estadounidense, relativamente joven, con origen en 1975, que no se reconoció hasta diez años más tarde y que proviene de la mezcla entre el American Pit Bull Terrier y el American Staffordshire Terrier. Su corpulencia y fuerza es superior a otras razas, pues tiene un cuerpo atlético, con un pecho amplio y extremidades fuertes, debido a la herencia genética, ya que tiene como predecesores al Pitt Bull y al Amstaff, razón por la que está incluído en la lista de perros potencialmente peligrosos.

Esta raza valorada actualmente en aproximadamente 5.000 euros, tiene como una de sus características principales su increíble tolerancia al dolor, lo que ha hecho que desde su origen hasta la actualidad, se haya utilizado en muchos países como perro de pelea, un deporte ilegal que en Reino Unido se practica con regularidad y una de las razones por las que muchos de ellos adquieren comportamientos agresivos y peligrosos para el resto de animales y personas.

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