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El verano es la época preferida de los ladrones. Se pasan más horas fuera de casa de lo habitual y se ponen en práctica lo mismo trucos para disimular que no hay ningún inquilino en ese momento.
Según datos del Balance de Criminalidad publicado por el Ministerio del Interior, en 2017 se produjeron 105.099 robos con fuerza en los hogares españoles. Tal como informa Las Provincias, al igual que los sistemas de protección de hogares, los ladrones se modernizan. Trucos como dejar ropa tendida o encender un luz ya no sirven para espantar a estos profesiones. Por ello, las empresas de seguridad señalan algunos de los errores más comunes:
Antes de irnos de vacaciones, es habitual revisar una a una que las ventanas estén bien cerradas. No obstante, convertir tu casa en un búnker, no garantiza que un ladrón vaya a entrar. Muchas veces es más conveniente dejar las persianas entreabiertas para que parezca que habita alguien. Pero cuidado, deja las persianas corridas para que no se vea el interior.
Entras y sales muchas veces de casa y no crees que sea necesario cerrar con llave. La mayoría de los robos tienen como origen pequeños descuidos a los que no se los da importancia. Y si no quieres ser la próxima víctima, no escondas una copia de la llave debajo del felpudo o una maceta.
Publicar en redes sociales lo bien que estás en la playa es un arma de doble filo. La Policía y Guardia Civil recomiendan no compartir información sobre las vacaciones en redes sociales para evitar que los ladrones sepan que la vivienda está vacía.
Tender estratégicamente una sábana durante semanas ya no sirve para engañar a nadie. También, dejar una luz encendida e incluso programar la televisión son técnicas obsoletas.
Los cacos trabajan de forma organizada para saber qué casas y cuánto tiempo llevan libres. Por ejemplo, colocan cartas o publicidad comercial bajo la puerta de las viviendas y, de este modo, controlar si alguien entra en ellas. En estos casos, tus vecinos son tus aliados para evitar que se produzca un robo y poder alertar a la policía.
No solo no debes dejar al alcance pertenencias preciadas, sino que es recomendable esconderlas bien y llevar un control de todas ellas (por ejemplo, un inventario con fotografías).
El principal error a la hora de tentar a sufrir un robo es no instalar una alarma en casa. Y si se dispone de ella, debería estar activada y gestionada por una empresa profesional.
Recuerda: el factor decisivo para que se produzca el robo es el tiempo; cuanto más fácil se lo pongas al ladrón, más posibilidades tendrá de conseguir su objetivo.
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