![La sentencia del hurto de las plantillas de 75 céntimos](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201805/25/media/cortadas/plantillas-kGs-U502023547034UB-624x385@El%20Norte.jpg)
![La sentencia del hurto de las plantillas de 75 céntimos](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201805/25/media/cortadas/plantillas-kGs-U502023547034UB-624x385@El%20Norte.jpg)
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Manuel Bartual lo hizo a propósito: crear una historia en Twitter que logró enganchar a miles de personas. Pero, de vez en cuendo, existe algún hilo en esta red social capaz de traspasar los límites de lo personal para convertirse en una auténtica historia viral. Pasó con 'pesesín' y ha vuelto a pasar con un bazar chino, unas plantillas de 75 céntimos y una señora con mucha cara. Ah, y un poco gracias a Arbeloa, que retuiteó el principio del hilo.
En esta ocasión la historia, narrada por una trabajadora de la tienda, cuanta cómo una señora intentaba hurtar unas plantillas. Así dicho no suena ni atractivo ni emocionante pero la manera de narrar de esta usuaria asturiana, Andrea Menéndez (@MenendezFaya) y, sobre todo, de la cara dura de la que hace gala la señora en cuestión ha hecho de esta serie de tuits una de las sentencias más esperadas del año. Sí, se ha conocido la resolución de la Gürtel, pero con perdón, el jucio por el robo de las plantillas (sí, acabó en juicio) es la segunda más esperada de la semana. La solución: absolución.
El fiscal había pedido condenar a la mujer por un delito leve de hurto con una pena de 25 días de multa con cuota diaria de 8 euros y la imposición de las costas.
Los hechos probados recogen cómo la mujer entró en el comercio chino, cogió unas plantillas, las sacó del envoltorio y se las probó.
Sin embargo, añade la sentencia, no se ha acreditado que la mujer abandonara la tienda «apropiándose de las plantillas o que lo hubiera intentado», por lo que, manifiesta la jueza, el principio de presunción de inocencia impide condenarla.
Andrea no se siente tan satisfecha con la sentencia.
Como ya lo han filtrado los medios, paso a resumir rapidito
— Andrea (@MenendezFaya) 25 de mayo de 2018
Pero le ha faltado ver satisfecho otro de sus deseos:
Y, joder, me hubiera gustado acabar esta historia con la señora gritando
— Andrea (@MenendezFaya) 25 de mayo de 2018
EXIJO JUICIO POR COMBATE pic.twitter.com/LJDd6vXvOW
Sin embargo, la empleada, ha querido 'regalar' a los seguidores de esta historia la imagen de las plantillas.
Las plantillas.
— Andrea (@MenendezFaya) 25 de mayo de 2018
A 75 céntimos, oiga. pic.twitter.com/DCpz0UGeV3
Lo que sí ha conseguido, después de quejarse de su teléfono, es que regalen otro.
Un consejo, pequeños.
— Andrea (@MenendezFaya) 24 de mayo de 2018
Nunca solteis un hilo mediogracioso con un móvil al borde de la jubilación.
Si seguís así esto va a hacer catacrás
Pues a mí me parece bien, la verdad.
— Andrea (@MenendezFaya) 25 de mayo de 2018
Muchísimas gracias, @HuaweiMobileESP ! Por fin se acabaron los iconos de almacenamiento completo en las capturas del chat! https://t.co/8DU6UAaD1w
El hilo principal en Twitter comenzaba así:
Lo cuento porque me aburro:
— Andrea (@MenendezFaya) 23 de mayo de 2018
Hoy hemos tenido un juicio con una señora que nos intentó robar unas plantillas de 75 céntimos
¿Por qué?
Por gilipollas
Dentro hilo 👇
Según contaba, su jefe «no era el típico chino cabrón, es más, es majísimo y super buena persona. Pero si le tocas los cojones mucho, pues le jode».
Y eso es lo que parece que pasó el 16 de mayo, cuando una mujer que, según Andrea, robaba por sistema en la tienda, abrió unas plantillas, se metió las dos en el zapato derecho y escondió el envoltorio.
Tras una charla surrealista entre «el chino» y «la señora», la policía llegó al establecimiento gijonense y comprobó que la mujer llevaba las plantillas puestas, aunque ella alegó que eran suyas del año pasado y que si estaban nuevas era porque se ponía poco esos zapatos.
La policía preguntó al comerciante si quería interponer una denuncia, pero 'el chino' sólo aspiraba a que la señora le pidiera perdón, lo que hizo escalar el surrealismo de la escena al insinuar la mujer que le iba a denunciar ella por acoso.
«Y el policía, que ya se iba, le casca: se acabó. La denuncio yo de oficio por caradura», añade el relato de Andrea, que recoge un dialogo delirante en el que el agente advierte a la mujer que puede demandarle por resistirse a identificarse y ella, como en las películas, señala que tiene derecho a una llamada.
A la escena se incorporó incluso el marido y el caso acabó este miércoles en un juicio al que, según Andrea, la mujer se presentó con dos abogados, su marido, su hijo y una amiga; y su jefe, «flipando».
Mientras la mujer aseguró que nunca se negó a pagar las plantillas, el comerciante denunció que era la quinta vez que robaba en la tienda y señaló que llamó a la policía porque ella se puso «de chulería».
«Lo 'de chulería' se lo enseñé yo», se jacta Andrea, quien señala que su jefe «cree que habla bien» y no pidió traductor.
En fin, 'la china' lo resume:
En realidad, todo esto lo resume perfectamente la china:
— Andrea (@MenendezFaya) 25 de mayo de 2018
No hay justicia
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