Hoy, sábado 3 de agosto, el santoral cristiano celebra la figura de San Asprenato de Nápoles, primer obispo de la ciudad italiana y cuya leyenda dice que fue bautizado por San Pedro.
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San Asprenato fue un destacado obispo que vivió entre los siglos I y II en la región de Campania, donde se ubica la ciudad de Nápoles. Fue el primer obispo de esa ciudad (a pesar de la creencia popularizada de que el primer titular de la sede napolitana fue Genaro) y a él se le atribuye la fundación de la Basílica de San Pedro en Aram, primera iglesia napolitana, así como un lugar de culto a Santa María del Principio donde actualmente se encuentra la catedral de Nápoles.
También se celebra a San Pedro de Anagni, conocido como Pedro de Salerno. Fue un monje y obispo benedictino que también ostentó el título de 'legado papal' en Constantinopla. Pedro de Anagni mejoró la espiritualidad de la ciudad, construyó una nueva catedral, y promovió la Primera Cruzada a Tierra Santa, una aventura en la que participó. Murió en el año 1105 y fue canonizado cuatro años después por el papa Pascual II.
San Asprenato de Nápoles
San Eufronio de Autun
San Martín de Másico
San Pedro de Anagni
San Pedro Julián Eymard
Beato Agustín Kazotic
Beato Francisco Bandrés Sánchez
Beato Salvador Ferrandis Segui
El día de la celebración de los santos tiene sus inicios en tierras españolas gracias a la tradición cristiana que se instauró hace siglos en España. ¿Pero qué significa, en realidad, celebrar el santo? El catolicismo ha cogido cada uno de los días del año para recordar (conmemorar) a aquellos cristianos ilustres que, además, sufrieron tormentos, en muchas ocasiones de aquellos que repudiaban la fe católica.
Existe una palabra asociada a la felicitación del santo. Se trata de la palabra «onomástica», que se refiere al día en el que según el santoral católico es la festividad del santo de la persona con ese nombre. Es común referirse también al cumpleaños de una persona como onomástica, aunque no son palabras sinónimas. Esto sucede porque era tradición poner a las personas el nombre del santo correspondiente al día en el que habían nacido. De esta manera, santo y cumpleaños coincidían en una única fecha, llamada comúnmente onomástica.
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