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Hoy, lunes 10 de junio, el santoral cristiano celebra la onomástica de Santa Olivia de Palermo, mártir siciliana venerada también por los musulmanes, sobre todo en Túnez. Palermitana Existen diferencias sobre su procedencia y tiempo, ya que una versión de su vida la sitúa como palermitana del siglo X y otra de ellas la ubica cinco siglos atrás, en la por aquel entonces provincia bizantina de Tema de Sicilia.
Deportada de niña a Túnez tras la invasión sarracena de su región natal, Olivia dedicó su vida a extener el cristianismo e intentar convertir (con éxtio en muchos casos) a multitud de musulmanes. Abandonada en los bosques por esta misión, cayó en manos de unos cazadores que la exclavizaron. Pero a ellos también logró convencerles para abandonar su fe.
Tras una nueva ofensa, las autoridades islámicas de la zona la condenaron a muerte en los desiertos del país norteafricano, no sin antes ser flagelada, descoyuntada, descarnada con un rastrillo y sumergida en aceite hirviendo. Tras su muerte, Olivia es ahora venerada por ambas religiones y hasta posee una mezquita con su nombre en Túnez, aunque sus restos descansan en la Catedral de Palermo, ciudad de la que es patrona. Existe una leyenda que profetiza el final del Islam si llos restos de esta santa son extraídos de la capital palermitana.
También se celebra a Asterio de Petra, santo jordano del siglo IV que se convirtió desde el arrianismo para más tarde ser el primero en definirlo como una herejía dentro del cristianismo. De hecho, esta empresa contra su anterior creencia le llevó al exilio en la zona de Libia por mandato del emperador Constancio II. Juliano, su sucesor, permitiño años después su regreso para instauralre como obispo de Petra, lo que le permitió ser partícipe del Concilio de Alejandría.
Nuestra Señora de la Gruta
San Amancio de Tivoli
San Bogumillo de Gniezo
San Censurio de Auxerre
Santos Críspulo y Restituto de Peñaflor
Santa Faustina de Cizicio
San Itamar de Rochester
San Landerico de París
San Maurino de Colonia
San Trípodes de Roma
El día de la celebración de los santos tiene sus inicios en tierras españolas gracias a la tradición cristiana que se instauró hace siglos en España. ¿Pero qué significa, en realidad, celebrar el santo? El catolicismo ha cogido cada uno de los días del año para recordar (conmemorar) a aquellos cristianos ilustres que, además, sufrieron tormentos, en muchas ocasiones de aquellos que repudiaban la fe católica.
Existe una palabra asociada a la felicitación del santo. Se trata de la palabra «onomástica», que se refiere al día en el que según el santoral católico es la festividad del santo de la persona con ese nombre. Es común referirse también al cumpleaños de una persona como onomástica, aunque no son palabras sinónimas. Esto sucede porque era tradición poner a las personas el nombre del santo correspondiente al día en el que habían nacido. De esta manera, santo y cumpleaños coincidían en una única fecha, llamada comúnmente onomástica.
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