Seis sustitutos del huevo para las recetas de cocina

Son muchas las personas que no pueden tomar huevo debido a una alergia o intolerancia y también las que deciden no consumirlo por seguir una dieta vegana u otro motivo. El huevo es muy versátil en la cocina para elaborar tanto recetas saladas como dulces. Existen varios alimentos que pueden aportar la estructura, textura, humedad y capacidad de emulsionar y espesar las elaboraciones, especialmente postres, que consigue el huevo.

Los garbanzos son un sustituto perfecto tanto para elaboraciones horneadas como para recetas donde el huevo es el protagonista como las tortillas. Se puede emplear bien la aquafaba, es decir, el agua resultante de la cocción de los garbanzos, o la harina de garbanzos añadiendo la misma cantidad de agua si la masa va a ir al horno (por ejemplo un cuarto de taza de harina y un cuarto de taza de agua para bizcochos y elaboraciones similares por cada huevo a reemplazar). La aquafaba es, seguramente, el sustituto del huevo que mejor copia todas sus características y el más versátil, ya que sirve para todo. La harina de garbanzos es una fuente alta de proteínas, tiamina, vitamina B6, ácido fólico, hierro, magnesio, fósforo, potasio, zinc, cobre, manganeso y fibra.

Medio plátano grande o un plátano pequeño chafado (unos 65 gramos), preferentemente maduro, es un sustituto ideal para cada huevo en la repostería si no nos importa que varíe el sabor de la receta. La ventaja es que aportará un dulzor natural extra delicioso. También es posible recurrir al puré de manzana, 65 gramos por cada huevo. Para ello hay que cocinar las manzanas al horno o al vapor y triturarlas después. También sirve el aguacate crudo triturado.

Se puede utilizar semillas de chía o lino, que aportan una textura gelatinosa parecida a la del huevo. Para ello, hay que mezclar una cucharada de semillas molidas con tres de agua tibia por cada huevo a sustituir y dejarlo a remojo unos quince minutos. La ventaja de las semillas de chía y lino es que son una importante fuente de omega 3. También aportan proteína de origen vegetal. Las semillas de lino pueden ayudar a reducir el colesterol y la presión arterial e incluso proteger frente a ciertos tipos de cáncer. Las semillas de chía pueden ayudar a reducir la respuesta de azúcar en la sangre al comer. La ventaja de aportarlas molidas, además de sustituir al huevo, es que sus nutrientes se absorben mucho mejor que cuando se ingieren enteras.

Puede emplearse yogur animal o vegetal. Eso sí, siempre es recomendable que sea natural y que no contenga azúcares añadidos. 60 gramos de yogur equivalen a un huevo.

El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es un buen sustituto cuando la receta lleva uno o dos huevos, ya que de lo contrario el resultado podría quedar demasiado aceitoso. No hay que tener miedo a utilizar el aceite de oliva en los postres, siempre es una opción más saludable que el de girsol y su savor intenso no tiene por qué se un problema en el resultado final.

60 gramos de mantequilla de frutos secos equivale a un huevo. Hay que tener cuidado de que estas cremas solo contengan como ingrediente frutos secos, sin azúcar añadido ni aceites como el de palma. Se trata de un buen recurso sobre todo para galletas, tortitas o brownies, y es menos aconsejable para bizcochos cuando buscamos un resultado esponjoso. Si la crema tiene una textura algo seca habría que añadir un chorrito de agua o leche de frutos secos. Los frutos secos aportan proteínas y multitud de beneficios para la salud. Hay que recordar que los pacientes de cáncer deben tener precaución con los cacahuetes según los últimos estudios médicos.

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