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Navidad suele ser una bomba para el estómago: grandes cantidades de comida, más grasa y azúcar que de costumbre, alcohol... todo esto puede provocar que nuestro estómago se resienta. Para aliviar las molestias de una copiosa comilona lo mejor es acudir a los remedios naturales. ... Las infusiones son un gran aliado aunque, eso sí, se recomienda dejarlas enfriar un poco tras la preparación y no tomarlas nunca demasiado calientes, ya que este factor también es perjudicial para nuestro organismo. Además, siempre que sea posible es recomendable comprar las infusiones a granel (o recurrir a las de agricultura ecológica) y evitar las bolsitas, especialmente las de forma piramidal, ya que pueden contener microplásticos y restos de cloro. También hay que recordar que las infusiones, aunque son naturales, no son inocuas, por lo que pueden estar contraindicadas para personas con alguna enfermedad y embarazadas o madres en periodo de lactancia.
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Es la infusión estrella para las molestias estomacales, perfecta para combatir la sensación de hinchazón. Además, ayuda a combatir el insomnio y la ansiedad, por lo que también nos ayudará a descansar tras una larga velada navideña. Hay que tener en cuenta que la manzanilla puede reducir la absorción de algunos medicamentos que se toman por vía oral así como la absorción de los complementos de hierro. Es mejor evitar la manzanilla si estamos tomando anticoagulantes, tamoxifeno (la terapia de sustitución hormonal) o anticonceptivos orales que contengan estrógenos. Para las embarazadas se permite un consumo muy ocasional.
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El jengibre es un excelente antiinflamatorio natural y elimina las náuseas, mientras que el limón contrarresta el ardor de estómago y evita el reflujo. Esta combinación es excelente para recuperarnos de una comilona. Aunque existen infusiones ya preparadas con estos ingredientes lo mejor es comprar un limón y jengibre fresco. En una taza añadiremos una cucharada de postre de jengibre rallado o un par de rodajas, el zumo de medio limón y agua caliente. Lo dejamos reposar unos minutos y lo beberemos templado, no demasiado caliente. Como endulzante podemos recurrir a la estevia o también podemos añadir un dátil cortado a la mitad e infusionarlo con el agua caliente junto con el resto de ingredientes. Este remedio es apto para embarazadas y madres en periodo de lactancia, ya que en general no produce ningún efecto secundario.
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El regaliz contiene una sustancia llamada glicirrina que tiene efecto antiinflamatorio, balsámico, antiácido y antiulceroso. Por eso, una taza de esta infusión ayudará a que el estómago se asiente. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que un exceso de regaliz podría provocar hipertensión arterial. Por eso es mejor que las personas con problemas de hipertensión o cardiopatías y las embarazadas y madres lactantes eviten esta infusión.
Otra alternativa para quien no disfrute de una buena infusión es la piña, una fruta tropical que podemos encontrar en esta época en cualquier tienda de alimentación. Por su contenido de bromelina, un tipo de enzima digestiva, la piña ayuda a combatir la inflamación. También previene el dolor estomacal, regula la actividad digestiva y evitar el exceso de acidez. Además, tiene un efecto depurativo y diurético. También ayuda con el empacho añadir un poco de zumo de limón al agua, ya que funciona como un antiácido natural.
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