Una joven se cubre los ojos con unas gafas de buceo en una piscina.

¿Puedo bañarme con lentillas en la piscina o en el mar?

Los expertos desaconsejan su uso pero, si no queda otra opción, se pueden utilizar tomando una serie de precauciones

B. M. C.

Domingo, 16 de julio 2023, 14:22

El agua y las lentillas no son una buena combinación. Si eres de los que llegas a la piscina y eres incapaz de localizar a tu grupo de amigos o si en la playa no distingues una boya de un surfista seguro que te ... has visto tentado a meterte al agua con lentillas. No es una buena idea. Las lentes de contacto, según los expertos, no son aptas para darse un chapuzón, siempre que no se haga de forma segura.

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¿Por qué se deben evitar, siempre que se pueda, llevar lentillas en la piscina? Porque los riesgos son numerosos. Desde infecciones o inflamaciones oculares a picor de ojos, visión borrosa, pérdida de visión por acanthamobea (uno de los protistas más comunes en agua dulce), sensibilidad a la luz o sequedad ocular por el agua clorada o salada.

Infección ocular

Es uno de los principales riesgos de bañarse con lentillas. El agua puede contener bacterias y microorganismos, y con el baño existe el riesgo de que se queden adheridos a las lentes de contacto y posteriormente a los ojos, lo que podría desencadenar una infección ocular.

Irritación de ojos

El cloro y otros productos químicos que se utilizan para desinfectar el agua de las piscinas durante los meses de verano puede irritar los ojos, lo que podría ocasionar molestias o incluso dañar las lentillas.

Lentillas deformadas

Las lentillas tienden a absorber agua, por lo que pueden quedar dañadas, deformarse o incluso desprenderse, lo que afectaría a la calidad de la visión y podría provocar molestias.

Incomodidad

Al contacto con el agua las lentillas pueden quedar atrapadas debajo de los párpados, lo que resulta muy incómodo para el usuario y puede derivarse en la necesidad de extraerlas.

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Si no hay más remedio...

«Como expertos desaconsejamos por completo el uso de lentillas en piscina, pero tomando ciertas precauciones podrías hacerlo si no puedes prescindir de ellas y te ves obligado a llevarlas», explica Viviana Outeda Domínguez, óptico optometrista a cargo del área de lente de contacto de General Óptica. Siempre, sin olvidar los siguientes aspectos:

1.

Utilizar lentillas desechables

Es preferible meterse a la piscina con lentillas diarias que con mensuales, ya que las primeras están pensadas para ser desechadas tras un único uso, lo que resulta más cómodo y seguro porque no requieren de una limpieza y desinfección posterior como las lentillas mensuales.

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2.

Ponerse gafas de natación

Las gafas de natación que aseguren el aislamiento pueden evitar que el agua entre en contacto con las lentillas. También existe la posibilidad de hacerse con unas gafas de natación graduadas, que te permitirán ver bien tanto en la piscina como en el mar.

3.

Intensificar la higiene

Al salir de la piscina hay que lavarse las manos muy bien antes de manipular las lentillas y evitar así que entren en contacto con gérmenes.

4.

Lágrimas artificiales

Tener a mano lágrimas artificiales permite aplicarlas en la misma piscina, sin necesidad de esperar a llegar a casa. Esto hará que los ojos no se resientan más de la cuenta. Es especialmente importante cuando se tenga sensación de sequedad ocular.

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5.

Quitárselas cuanto antes

Tras el baño con lentes de contacto conviene quitarse las lentillas cuanto antes, para que los ojos respiren. No hay que dejarlas puestas más tiempo del necesario.

6.

No frotarse los ojos

Si alguien está nadando o divirtiéndose en la piscina con las lentes de contacto puestas y nota que le pican o escuecen los ojos, no se los debería frotar. Lo mismo ocurre si cae por casualidad crema solar en el ojo. Es importante lavarse las manos antes para no infectar las lentillas con microorganismos.

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