Almacén de productos de higiene personal del Banco de Barcelona. Alberto Estévez/EFE

Los efectos secundarios de las sustancias tóxicas de compresas y tampones

Estos productos de higiene íntima están compuestos en un 90% por plásticos, además de fibras de celulosa y polímeros súper absorbentes

El Norte

Valladolid

Miércoles, 21 de diciembre 2022, 17:04

El pasado 1 de diciembre se manifestaron en la plaza del Hospital de la Dona y del Hospital del Infante varios colectivos del ámbito ambientalista, económico, feminista y de la salud. Su objetivo consistía en pedir a los gobiernos que eliminen las sustancias tóxicas que contienen los productos de higiene femenina y que obliguen a las empresas a publicar el listado de su composición en los envases.

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Las compresas están conformadas en un 90% de plásticos, entre los que destacan el polietileno, el polipropileno y el poliéser. Además, pueden contener fibras de celulosa, polímeros super absorbentes, fragancias, pigmentos colorantes, emulsionantes y sustancias hidratantes. Asimismo, los tampones se componen de algodón, rayón, polietileno, polipropileno y poliéster.

En un estudio realizado en Francia, se detectó la presencia de sustancias químicas tóxicas en once tipos diferentes de tampones, entre ellas dioxinas, organoclorados, insecticidas piretroides y halogenados. Por otro lado, dos investigadores de la Universidad de Illinois en Estados Unidos desvelaron que los fabricantes incorporaban asbestos, una sustancia que produce sangrados abundantes, para que creciesen las ventas de sus productos.

Las compresas contienen estireno, cloroetano y cloroformo. Aunque, la Organización Mundial de la salud clasifica al estireno como una sustancia cancerígena. Asimismo, la Administración de Alimentos y Medicamentos advierte que la exposición clorometano puede provocar efectos neurológicos, disfunción en la coordinación muscular y pérdida del conocimiento.

Posibles efectos secundarios

El cloro, que da lugar a la formación de dioxinas, se considera un gran disruptor endocrino que puede provocar disfunciones del sistema inmune y crecimiento anómalo de las células. Debido a la permeabilidad de la mucosa de la vagina, los químicos son absorbidos y distribuidos más rápido por el organismo y su exposición es más alta que vía oral.

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Por otro lado, los tampones pueden generar pequeños desgarros en las paredes, facilitando la entrada de microorganismo que pueden dar lugar al síndrome del shock tóxico. Esta enfermedad es muy poco frecuente, pero puede ser mortal; y es causada por toxinas que produce la bacteria Staphylococcus aureus o Streptoccus.

Sustancias detectadas en productos menstruales desechables

  • Las dioxinas y los furanos son tóxicos para algunos animales y para los seres humanos. Se producen de manera involuntaria durante los procesos térmicos del plástico.

  • Los hidrocarburos aromáticos policíclicos se forman durante la combustión inacabada del petróleo.

  • Los ftalatos -dinoctilftalato o DnOP-, los bisfenoles y los parabenos están prohibidos por la Directiva europea en juguetes y artículos para niños. Y se utilizan como aditivos en los plásticos.

  • El lilial se usa como fragancia y está prohibida su inclusión en los cosméticos de la Unión Europea desde el pasado mes de marzo.

  • Los pesticidas residuales -el decimoquinto, el hexaclorobenceno y el lindano- se crean durante la producción del algodón no ecológico y están prohibidos en la Unión Europea desde 2003, 2005 y 2008, respectivamente.

Alternativas a los productos desechables

Los colectivos manifestados insisten en la importancia que tiene la salud menstrual y la posición secundaria que se le da en la sociedad, minimizando los posibles efectos que pueden causar las sustancias tóxicas en contacto con zonas tan sensibles como la vagina.

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Las alternativas a estos productos desechables que reducen los riesgos de efectos secundarios en el organismo y favorecen el medioambiente son la copa menstrual, las bragas menstruales y las compresas de tela. La copa está formada por silicona y resulta muy ecológica y sostenible con el medioambiente. En cuanto a su limpieza, es recomendable lavarla antes y después de cada uso y meterla en agua hirviendo durante cinco o diez minutos al finalizar cada ciclo.

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