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La moringa, popularmente conocida como 'árbol de la vida', es un arbusto originario del norte de la India. Su alto valor nutricional la convierte en un 'superalimento' imprescindible en la dieta diaria de los humanos. Este producto contiene gran cantidad de vitaminas A, B, C y E; minerales como el calcio, el potasio y el hierro y proteínas. Además posee unos niveles mínimos de grasas. En cuanto a los beneficios que aporta a la salud, se encuentran el refuerzo de las defensas y regeneración de las mucosas, la piel, el cabello y las uñas.
Todas las partes de este arbusto son comestibles -raíz, tronco, semillas y flores-, por lo que permite aprovecharlo en su totalidad y de maneras muy variadas. Se puede ingerir en forma de té, en cápsulas o en polvo disuelto en zumos, cafés, sopas o tés. La fórmula más común es como un té, ya que se puede consumir a cualquier hora del día. El alimento aún se encuentra en periodo de estudio, por ello conviene reducir su ingesta a dos o tres semanas consecutivas.
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Las hojas de moringa contienen grandes cantidades de proteína y aportan los aminoácidos esenciales que el organismo no es capaz de producir por sí mismo. Además, no contienen sustancias antinutritivas, por lo que resultan fáciles de digerir. Esta enmarcado en el grupo de la papaya, el rábano, la col y el mastuerzo, productos que poseen altas dosis de antioxidantes. Asimismo, numerosos estudios realizados con animales han concluido que podría activar las enzimas que eliminan los tumores, es decir, podría tener efectos anticancerígenos.
Prevenir la diabetes: contiene propiedades que regulan el estrés oxidativo y favorecen la disminución del azúcar en sangre.
Protege el corazón: evita la absorción de colesterol en el intestino gracias a que es rica en fibra y la quercetina y los polifenoles -sustancias antioxidantes- reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Los polifenoles, la vitamina C y los betacarotenos estimulan el sistema inmunológico y combaten las infecciones.
Ayuda en la producción de colágeno y la cicatrización e hidratación de la piel con su aporte de vitaminas A y C.
Contiene grandes cantidades de nutrientes saludables como proteínas, grasas, vitaminas y minerales.
Las semillas de moringa eliminan las bacterias, por tanto, se pueden utilizar para purificar el agua.
Los polifenoles y los flavonoides regulan la presión arterial, ya que se relajan los vasos sanguíneos y mejora la circulación de la sangre.
Las hojas de moringa favorecen el control de la tiroides, por lo que no debe combinarse con medicamentos que tengan esta misma función. La ingesta simultánea con medicamentos para la diabetes es peligrosa, ya que pueden provocar picos de hipoglucemia. Asimismo, no conviene compaginarla con medicamentos para combatir la presión arterial alta, pues pueden disminuirla demasiado.
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