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El Gobierno de España cambió el pasado marzo la ley que regula la información que deben incorporar las empresas en el etiquetado frontal de los envases de los productos alimenticios, pero está a la espera de que la Comisión Europea elija entre uno de los modelos de valor nutricional que hay implantados. El principal objetivo es armonizar el etiquetado mediante un sistema obligatorio que ayude a los ciudadanos a elegir alimentos saludables de manera informada y avalado científicamente.
En toda la Unión Europea, están en funcionamiento al menos seis sistemas de etiquetado frontal, entre los que destaca el semáforo de Nutriscore. Este modelo se utiliza de manera voluntaria en España, pero el Gobierno prefiere esperar para regular la ley acorde a las conclusiones a las que llegarán a finales de año en Bruselas. Existen dos tipos de modelos: los que aportan información individual de cada nutrientes y los que generan una valoración general de todas las características saludables.
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Etiquetas de ingestas de referencia: se utiliza para nutrientes específicos, ya que detalla la cantidad de energía y de nutrientes que contiene una porción y qué porcentaje representa en la ingesta diaria de referencia. Algunas empresas de España y Portugal han rediseñado este sistema con códigos de colores.
Nutriscore: se basa en los perfiles nutricionales de la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, tiene en cuenta los elementos positivos y negativos en 100 gramos o mililitros de alimento. Utiliza una escala de cinco colores para distinguir los productos de mayor y menor calidad nutricional.
Símbolo de la cerradura: este logotipo identifica la opción más saludable entre 32 grupos de alimentos. Los alimentos deben unas condiciones específicas que se basan en las Recomendaciones Nórdicas de Nutrición.
Sistema del «semáforo»: combina un código de colores con la información de ingestas de referencia porcentuales. Muestra el valor energético y la cantidad -en gramos- de grasa, grasa saturada, azúcares y sales por ración.
Logotipos de corazón o salud.
'Healthy Choice' -elección saludable-.
Todos los sistemas tienen sus beneficios y sus fallos, pero su objetivo de ayudar a los consumidores a reconocer los alimentos con mayor calidad nutricional es común. Sin embargo, consumir grandes cantidades de productos con un etiquetado verde no garantiza llevar una dieta saludable y equilibrada, ya que las consecuencias en la salud depende también de otros factores. Además, implantar la obligación del etiquetado podría incentivar a los fabricantes a dotar de mayor calidad a los alimentos que comercializan.
Descifrar la información que aparece en los etiquetados nutricionales puede ayudar a los ciudadanos a tomar decisiones más saludables. Por tanto, es conveniente saber que el aumento de peso puede deberse a la ingesta de grandes cantidades de alimentos altos en energía; las grasas son ricas en calorías, por lo que hay que reducir los productos con muchas grasas saturadas; optar por alimentos ricos en carbohidratos y fibra, pero bajos en azúcar; elegir aquellos ricos en proteínas y bajos en grasas saturadas; y reducir los alimentos con mucha sal.
La regulación de la ley por la Comisión Europea favorecería el impulso de un solo sistema obligatorio y suprimiría la discrepancias actuales entre países y sectores. Asicomo permitiría a los ciudadanos identificar rápidamente la calidad nutricional a través de colores y obligaría a los fabricantes a producir opciones más saludables.
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