En España, demasiada comida va a la basura: así podemos reducir el desperdicio alimentario

Una de las primeras cuestiones que se nos puede venir a la cabeza es cómo es posible que se vaya al traste tanta comida. La OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) informa de que los alimentos se pierden a lo largo de toda la cadena alimentaria, tanto en el campo, industria y en la distribución como en el hogar y en los restaurantes. Y es en esta última etapa, la que se refiere al consumo individual, en la que cada uno puede actuar para contribuir a reducir las cifras de desperdicio alimentario.

En el caso de los restaurantes, las opciones más factibles son, o bien pedir la comida que ha sobrado para llevar a nuestra casa y consumirla otro día, o evitar pedir en exceso, un error muy común entre los comensales que, por norma general, siempre prefieren pedir de más. En nuestros hogares, podemos también contribuir a la cifra descomunal de 1.700 millones de toneladas al año de desperdicio alimentario en el mundo. Basta con cambiar ciertos hábitos para lograr grandes resultados. Para ello, la OCU ofrece un total de cinco consejos que pueden ayudarnos a mejorar esas cifras:

· Revisar la nevera y la despensa antes de hacer la lista de la compra, pues en ocasiones y sin darnos cuenta, compramos alimentos que ya tenemos en casa.

· Planificar las comidas para los próximos días. A veces, es conveniente dejar a un lado la improvisación y tener preparado un menú para toda la semana. Una buena organización siempre puede ayudarnos a evitar que nos sobre comida o que compremos alimentos que después, podemos tardar muchas semanas en consumir, lo que provoca que los acabemos tirando.

·Colocar los productos recién comprados al fondo y los que llevan más tiempo delante. A la hora de llevar la compra a casa, tanto en la nevera como en los armarios debemos organizar bien todos nuestros alimentos y tener en cuenta aquellos que tienen más tiempo o caducan antes.

·Evitar comprar alimentos por impulso y por aprovechar ofertas 3x2. Esto puede provocar que haya comida en exceso en casa que nunca se consume y que al final, acaba en la basura.

·No abrir los envases hasta estar seguros de que se van a consumir. Esto se debe a que ciertos alimentos tienen un límite para consumirse una vez se abre el envase.

A pesar de que países como Chipre o Dinamarca lideran el ránking de comida desperdiciada con 300 kg y 221 kg por persona respectivamente, otros como Suecia, Croacia o Eslovenia tienen mejores cifras que España, lo que significa que tenemos aún mucho margen de mejora a la hora de evitar desperdiciar comida.